Nos marchamos. Nos proponemos estancias que reflejan todo cuanto fuimos. Hemos aparecido en la gran sintonía que es superación de la batalla. Nos consultamos.
Hemos sugerido aspectos espléndidos que nos reponen del afán. Nos movemos hacia el mar que nos permite sentarnos en la casilla ideal.
Hemos de complicar un poco menos lo que gestamos, mientras nos sentamos en ese lugar que nos previene. Hemos caminado.
Los deseos de antaño nos llevan por sendas de caricias llanas que nos permiten estar donde las aficiones son hermosas.
Nos hemos de proponer maniobras nuevas. Los olvidos nos atraen. Hemos consolidado los espacios más gratos.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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