sábado, 30 de abril de 2016

Gloria anónima

Llega esa mañana que sabe a poesía, y en ella nos hacemos viajar con la esperanza de compartir lo que tenemos en común, que es ese afán por salir adelante con la mejor perspectiva. Todo ocurrirá en positivo. Hay cierto pavor al futuro, pues los cambios nos trastocan, y hacen que el camino nos sugiera debilidad y opciones en vacío, que superaremos. Cabalgamos por una senda de claros y oscuros, y nos apetece ser en la memoria de los que se divierten. Consigamos leales posiciones. Los trances son para aprender. Lo importante es mantener la calma y entregarse al destino, eso sí, sin resignación. Todo está por darse en la elucubración de la mejoría, esto es, de incrementarse con ímpetu y querencia. Es bueno hacer memoria para relativizar todo, para contemplarnos con la gracia de quien cree y se ubica donde debe. Hemos de sugerir con reformas que nos hagan ir sosegados en los desarrollos que la sociedad precisa. Seamos con intenciones, con probabilidades de entendimiento, sabiendo que todo está por acontecer, si puede ser, con la tentativa por montera. Hay entradas, salidas, causas, remedios, diversiones, talentos, consecuencias ilusionantes, superaciones, demostraciones de paz y de concordia... Nos hemos de avisar: hemos de cuidar y ser cuidadosos en la medida de las pretensiones que nos merezcan la pena. Surge el alba periódica, y, como cada oportunidad puede ser nuestra, nos abasteceremos para que la existencia brille, y, con un poco de generosidad, estaremos en ese punto de una gloria anónima que explicará el motivo por el que nos encontramos aquí. ¡Que así sea! Juan TOMÁS FRUTOS.

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