miércoles, 13 de mayo de 2015

Equilibrio anhelado

Hemos de movernos con unas razones que nos quiten las heridas y nos predispongan a conocer cuanto ocurre de la mejor manera que podamos. Asumamos los trances con caricias que han de darnos un poco de todo.

Sepamos los caminos que enseñan con reformas que indiquen lo interesante, cuanto es, con recuerdos de antaño, con un superador presente.

Gustemos en los gozos de otros instantes y con unas astucias de antaño. La existencia es prodigiosa. Podemos intuir con la dicha querida.

Supongamos y topemos con lo más real. Podemos ser muy felices. Dispongamos el papel de la memoria.

No rechacemos los zapatos nuevos, pero tampoco dejemos atrás el papel de los viejos. Con todos podemos constituir el equilibrio anhelado. ¡Claro que sí!

Juan TOMÁS FRUTOS.

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