domingo, 8 de febrero de 2015

Somos excelencia

La Luna nos aclama 
con sus pasos dorados, 
y nos enseña a amar 
incluso en los albores del día, 
aportando sabores y aromas silentes 
que siempre nos regalan afabilidad. 

Lleguemos donde sea menester 
con la voluntad superada, 
no herida, 
presta a corregir los intereses 
con brumas y sensaciones nuevas. 
El amor sana.

Hagamos caso al destino,
que nos susurra al oído
y exclama buenas perspectivas.

Preñamos de apetencias 
los aires de unos deseos 
que nos definen 
en la juventud misma, 
dándonos salubridad.

Somos excelencia,
siempre excelencia,
y todo gracias al amor.

Juan T.

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