domingo, 25 de agosto de 2013

El deber de la felicidad

Los sueños nos guían por caminos que no siempre podemos acertar a conocer. Las comprensiones son relativas. Hagamos que fluyan los buenos anhelos.

Sepamos de la verdad desde la consideración más mundana, con genuinas facciones de recorridos simpáticos. Los aros nos han de rodear bien.

Los suplementos nos han de preñar de espacios sinceros con los que ir hacia delante. Los paños han de ser coloridos, suaves, que irradien amabilidad.

Los distingos nos han de presentar los instantes más estimulantes y fascinantes con unos baños de cariño inmenso. Podemos en la medida que queramos.

Instruyamos al universo con hechos de pasión y una buena tarea desde la misión posible de la felicidad. Es nuestro deber.

Juan TOMÁS FRUTOS.

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