miércoles, 26 de junio de 2013

Corazones y equilibrio

Nos hemos de involucrar con esas presencias que nos han de dar la devoción como máxima totalizadora entre profundas inquietudes. Todo irá como debe.

Sepamos por dónde marchar y cómo, y sellemos las motivaciones con unos entusiasmos que nos han de reclamar las voluntades en las que nos sentiremos en una plenitud de actuaciones.

Nos hemos de tratar de enterar con la destreza de quien cree en todo cuanto ve. Las formas han de ser fortunas con gracias y gracejos que nos deben transportar hasta los límites menos densos. Nos hemos de conformar en las cautelas y en los riesgos. No abundemos en lo que no conocemos.

Las preferencias nos han de dirigir hacia la voluntad más firme de superar los momentos más callados y rotos por las definiciones de otras etapas. Nos sobreponemos.

Restauremos lo que fue, y seamos con todo cuanto tenemos, que es mucho y bueno si lo sabemos analizar y proteger. Hagamos que los corazones sean las esencias en lo máximo y en lo mínimo, desde ese equilibrio que nos regala porvenir.

Juan TOMÁS FRUTOS.

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