viernes, 4 de noviembre de 2011

En marcha cada día

Nos esforzamos por vivir. No hemos sido en ese trecho, pero seremos. Somos muy felices en la grata espera.

Nos hemos adecuado a las impresiones que nos deben dar en esas narices que nos propician señales de algodones. Seremos bastiones. Nos hemos de dedicar unos minutos totales.

Prestamos ese apoyo que nos detiene con sus distingos. No hemos dado, pero daremos, con las suposiciones que nos alimentarán con sus extrañas caricias, y seguiremos, siempre seguiremos, con señales de amores claros. Nos hemos de descubrir en lo diáfano. Seremos pura verdad.

Nos hemos impresionado en los últimos tiempos con las posibilidades de un mundo que nos rodea con sus toques maestros. Nos descubrimos con claves y significados hondos.

No podremos quedarnos en esa nada que nos alimenta con sus defensas a ultranza de consideraciones posibles. Hemos de intentar lo imposible. Nos alimentamos constantemente, y casi sin saberlo, de las causas que nos sanan, que nos insisten con sus toques maestros, que existen y que hemos de sostener a ultranza. No olvidemos que todo ello ha de compartirse con asertividad. Toda la vida se puede transformar con la comunicación.

Hemos abrigado esperanzas que debemos comunicar para que no queden en el blanco de una pared, donde todos nos enseñamos a vivir entre causas lindas, hermosas, queridas. Nos hemos de poner en marcha cada día.

Juan TOMÁS FRUTOS.

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