martes, 30 de agosto de 2011

Creer en nosotros mismos

La vida nos ofrece rastros, y algo más que eso, en materia de ideas que hemos de aprender cada uno con sus respectivos contextos. Hemos de hacer el esfuerzo. Nada llega porque sí o por obra de los demás sin que nosotros debamos aportar nuestro grano de arena.

La empatía, el empeño por conocer, la búsqueda de lo comprensible y de lo que no lo es... requieren una voluntad decidida de aprendizaje con una cierta dosis de sacrificio desde la óptica del ensayo, error, corrección, y vuelta empezar, si es preciso.

Mostremos las cartas que nos llegan, interpretemos lo que nos dicen y procuremos dar con esos momentos que todo lo pueden explicar desde el ansia de dar con las maravillas.

Debemos tratar, ante cualquier problema que surja, que los ánimos no despierten el cansancio extremo o la desgana por la superación. Podemos hacer mucho más de lo que nos conceden las palabras de otros o de lo que pensamos nosotros mismos.

Conversar sobre todo, con familiaridad, con calma, para que la formación también sea pausada y consolidando lo que vaya surgiendo, es una actuación que nos puede transferir una energía enorme con la que avanzar de manera imparable. Para ello hemos de creer en nosotros mismos. Éste es el punto de partida.

Juan TOMÁS FRUTOS.

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