jueves, 31 de diciembre de 2009

Esperanzas que nos hacen falta

Tenemos que estar donde necesitamos para ser fuertes, para abrigar esperanzas, que tanta falta nos hacen.

Las uvas de la sonrisa en los procesos comunicativos

No es lenguaje figurado: vale más cómo contamos que lo que contamos. Atraen las formas, mucho más en primera instancia que los propios contenidos. Una buena postura comunicativa nos aproxima al punto de la narración que nos hace sentirnos convencidos. Solemos hablar de lo que vale un buen gesto en comunicación. Un ademán amable suele relajar cualquier conversación y ubicarla en un punto donde la negociación, la relación, el intercambio de mensajes es más fluido y fácil, un proceso, en este sentido, deseable. Cuando tenemos una buena actitud mostramos que tenemos ganas de conversar, de consensuar, de atender y escuchar al otro con el objetivo de hacer verdadera la comunicación. Los lenguajes no verbales relajados nos proporcionan datos de cercanía, y también de buenas intenciones, que son básicas para reconocer lo que sucede, y para interpretarlo y mejorarlo.
La gracia, que es una especie de aureola, nos otorga un camino encendido que promueve y halla respuestas de géneros diversos y con deseos de concordia y de promesas de camino a su cumplimiento. Hemos de saber encontrar desde la intuición, la voluntad, los buenos propósitos, las ganas de mejorar, etc. Si nos relajamos, si estamos a gusto, a la hora de hablar estamos convencidos de que las realidades que nos circunden serán más propicias y propiciatorias. Hemos de afanarnos para despertar sin prisa a un mundo de sensaciones que hemos de interpretar como positivas. Siempre ayuda esa entrega.
Lavemos, pues, viejas experiencias y renovemos el espacio de nuestros corazones, así como el de nuestras mentes. L a bondad produce bondad, lo positivo genera más fuertes actitudes con este sesgo, los deseos productivos producen respeto para todos, los buenos actos fomentan más buenos actos… Ése es el ciclo de la vida, el que nos hemos de proponer con mesura, con una visión lo más amplia posible. Los resultados suelen ser óptimos, y, cuando no lo sean tanto como pensamos o anhelamos, nadie podrá decir, ni mucho menos nosotros, que no lo hemos intentado.
Tomemos el auténtico vaso de la felicidad con las uvas de la sonrisa que ha de ser, en todo caso, una atracción auténtica. Entendamos desde el cauce de las sensaciones confortables. Busquemos agarrarnos a buenos sentimientos, a valores universales que nos han de regalar deseos de amistades confortadas con la evolución y la llegada a una meta de amistad genuina. Tengamos buenas previsiones. Utilicemos la comunicación correcta y oportuna.
Hemos de vernos en las mañanas cargadas de oportunidades desde una panorámica que ha de ser lo mejor que sea posible. Debemos estar enteros ante las circunstancias que nos regala la vida, que hemos de contemplar con suavidad y con quehaceres destinados a compartir alientos. Enseñemos niveles que nos puedan hacer iguales incluso ante lo más evidente.
Debemos hablar siempre que podamos con las marcas de la alegría, del contento, de la sonrisa, con el sonido de la risa misma, con la previsión de que podemos a través de comunicaciones convenientes y convencidas de lo que hemos de llevar a cabo para dar con más gentes. El deseo ha de ser compartir jovialidad, que siempre genera más. Contar con una sonrisa es conveniente, y, a menudo, necesario. Probemos. No es una predicción: es un hecho. Todo nos ayuda desde el talento positivo. Tratemos de saborear las uvas de unas buenas sonrisas en la Comunicación, en todo cuanto realizamos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Con buen humor

Todo tiene un poco de sentido si sabemos verlo en perspectiva. Nos proponemos seguir con buen humor.

Queremos compartir deseos

Nos enamoramos de las bellezas que nos siguen entusiasmando ahora y siempre. Hemos crecido con muchos deseos. Queremos compartirlos.

Explicarlo todo

Seguimos por lugares que buscan el Sol como astro rey salvador. Nos negamos a reconocer limitaciones, y queremos explicarlo todo. No puede ser.

Profundas caricias

Tiemblo al pensar que nos tendremos en cuatro momentos estelares con unos vientos de profundas caricias.

Estarán en alguna parte

Dices que me has querido. Hemos supuesto un sí con amores rastreados por medio mundo. En alguna parte estarán.

Momento agradable

Nos hemos mostrado como somos. Las respuestas nos han de llevar a ese momento más que agradable.

En expansión

Hemos de tener espíritu para cabalgar sobre nuevas olas. Nos hemos de liberar con registros de cariños en expansión.

Fortuna rota

Busco el tronío que me despierta a un amor medio nuevo. Me dejé llevar hasta ti con una fortuna medio rota.

Debemos ser felices

Nos llenamos de sueños que luego nos pueden. No debemos cargarnos con tantas exclamaciones. Debemos ser felices.

Otras etapas

Quiero proponerte una victoria alada con resortes de potencialidades que han de liderar las travesuras de otras etapas, que vienen, que están por aparecer.

En el sitio más tarde

Rastreamos por nuevos lugares que nos asaltan con penumbras de sensaciones medio nuevas. No estamos en el sitio. Lo estaremos más tarde.

Voluntad de amar

Quiebro las ansias. No puedo vivir con ellas. Me guardo durante un tiempo con una voluntad de amar.

Prestos a todo y a nada

Me empeño en verte, en quererte, en tenerte entre mis besos con aclamaciones de recios diseños prestos a todo y a nada.

Entre sosiegos nuevos

Vencemos con compromisos de eras pretéritas que nos desdicen el amor con reglas que no veremos entre sosiegos nuevos.

El amor que no tuvimos

Hemos añadido espacios a un mundo de sensaciones medio nuevas. Si te veo, te creo, y puede que ya no sea capaz en el amor que jamas tuvimos.

Comentamos razones

Me quejo sin simplificaciones. No te doy, no te puedo dar, lo que nunca existió. Nos comentamos razones.

Destreza callada

Yo te diré, o te diré bien, o no te diré, o me quedaré con la destreza de un universo callado.

Tiempos por aparecer

Desprecian algunas alturas que nos hacen mirar con un cierto vértigo. No somos en la noche de otros tiempos que están por aparecer.

Hemos querido ser

Te llamo para decirte un sí con un quiero bien largo. Nos fomentamos buenos deseos. Hemos querido ser.

No queda tiempo

Nos convencemos de amores que están por llegar, cuando sabemos que jamás aparecerán. No queda tiempo.

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Los valores de la comunicación en la diferencia

En la misma diferencia hay algo de virtud, pues, con ella, conocemos y reconocemos el entorno y a nosotros mismos. El menú existencial debe estar compuesto por múltiples elementos e influencias. Con esa variedad hay más bienestar en sentido extenso. La vida tiene muchos puntos de inflexión, muchas importancias, toda una diversidad de motivos, de criterios, de afanes, de ansias, de posibilidades, de opciones, de aprendizajes, etc. Ahí yace su virtualidad, su base, el sustento para seguir adelante con ilusiones y fantasías de mejoras, de cambios, de seguridades. Somos capaces de tantas cosas que hemos de estar con el corazón y la mente en una pura expansión. Lo ideal es que estemos abiertos a nuevos caminos, a itinerarios de gran o pequeña capacidad, en todo caso necesarios para ver desde ópticas diferentes, lo cual contribuye a mantener habilidades de respuesta. El universo debe estar en movimiento y hemos de ser capaces de dar con las claves para poder interpretarlo.
Porque somos distintos, nos manifestamos de manera diferente. No podemos ser iguales, y, probablemente, no debemos. Sería aburrido, y, además, nos quedaríamos anclados en las mismas realidades, si no hubiera, de una u otra guisa, una capacidad de realizar actividades diversas en tiempos y lugares. Los cimientos han de permitir que lleguemos, aunque no siempre vayamos en hora.
La comunicación, como hemos dicho en varias oportunidades, en un todo que ha de portarnos a una sensación globalizadora de múltiples variables. En la diversidad, nos decían, está el gusto, y seguramente es así. No hay aburrimiento cuando las cosas son distintas a las conocidas, cuando cambian, cuando mudan los aspectos externos e internos… La existencia humana es un continuo aprendizaje desde que amanece hasta el atardecer, y, durante determinadas horas, hemos de ser capaces de optimizar los valores que hemos ido conociendo.
No hay dos personas iguales, por fortuna. Cada cual tiene su bagaje, su formación, sus habilidades, sus contemplaciones con recursos de diferente calado… Es bueno que ocurra así. Gracias a los distingos podemos seguir aprendiendo con el transcurrir de los años, que están repletos de caricias y opciones, si tenemos talento para descubrirlas. Vivamos el presente con voluntades estimables.
Cada ser humano canaliza la información a través de un proceso comunicativo que, en esencia, es idéntico, pero que tiene caracteres determinantes y cambiantes. El margen de calado en cada uno es pequeño, pero existe. Si sumamos los grados peculiares de los flujos comunicativos en cuanto a los protagonistas a ambos lados del canal, en lo que se refiere a los mismos conductos utilizados para los mensajes, sin olvidar los contextos, las interpretaciones, los gestos, las distancias, los elementos previos, los condicionantes de los análisis en función de los datos disponibles, etc., seguramente no daremos con dos comunicaciones iguales, aunque se trate de las mismas personas y de los mismos tipos de mensajes empleados.
Hay una cota de voluntad, de idealismo, de creatividad, de sueños, de valoración, que varía más o menos y, por mínima que sea esa mudanza, hace que el todo cambie, a menudo sustancialmente. Ésa es la gracia misma de la Comunicación, que no siempre es esperable. A menudo, hay un porcentaje de diferencia y de cambio que nos llama poderosamente la atención con un renovado factor sorpresa. Podríamos decir que esta circunstancia, la mutación, es digna de agradecer. Resumimos: en la comunicación hay diversidad, debe haberla. La variedad es igual a más y mejor en todos los campos y esferas. Para aprender debemos contemplar algo más que rutina. Hay un valor en saber del otro, en tenerlo en cuenta como es, en que aprendamos de sus visiones, en que veamos que no estamos solos y que es mejor que no lo estemos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Preparativos sin peligros

El sistema nos implica con caracteres ilusionados. Nos hemos detenido con preparativos sin peligros.

Nuevas vacilaciones

Hemos disipado dudas con recortes confirmados. No estamos preparados para peticiones que aguardan con nuevas vacilaciones.

Insistencias nuevas

Suplicamos amores que no han de venir con insistencias nuevas. Nos hemos dicho que vale, y seguramente es de este modo. Nos admitimos frescuras.

Nos mudamos

Contrastamos esas opiniones que nos llevan a vacunarnos ante un destino que no será claro. Nos mudamos. El amor hace tiempo que se marchó.

Nos mostramos como somos

Prestamos preocupaciones para tomar partido por una verdad que ha de seguir con recuerdos apasionados. Nos mostramos como somos.

Vacilaciones amorosas

Tenemos que regalarnos algunas verdades. Nos hemos asustado en la espera. Nos solventaremos las vacilaciones amorosas.

Paciencias posibles

Nos amoldamos para ser tan felices como podamos. Siéndolo, lo serán los demás. Estamos entre paciencias posibles.

Entre otros compromisos

Tenemos algunas lagunas que hemos de superar sin problemas. Nos tendremos en cuenta ahora y siempre. Podemos estar entre otros compromisos.

Las fortunas del destino

Hemos tomado nota ante las fortunas que nos regala un destino que anula cualquier ansiedad. Nos hemos visto bien. Lo estamos.

Ofertas en serio

Normalizamos las paciencias con las noches que nos llegan con gravedades que nos regalan ofertas en serio.

Sin agradecimientos

Arbitramos medidas con las que crecemos espiritualmente. Nos hemos quedado sin apoyos y agradecimientos.

El amor que nos transportará

No vamos a dejar que las cosas se paren ahora que tenemos el combustible de un amor que nos transportará donde sea menester.

Fortalezas grandes

Tenemos por delante la ventaja de un amor que nos hará sentir que todo alberga motivos y motivaciones de fortalezas grandes.

Más confianza

Nos distraemos con fiestas que nos proponen seguir hacia un ciclo que nos propondrá más confianza.

Entre limosnas amorosas

Planteamos bondades que nos han de acondicionar las vidas ajenas. No estamos para vivir entre limosnas amorosas.

Sin ningún tipo de fracaso

Tenemos que insistir con recuerdos de palabras no huecas. Nos quedamos sin ningún tipo de fracaso.

No sin detalles

Vamos en busca de atractivos que nos insisten con fórmulas de una cierta magia. No dejaremos que las historias nos puedan sin detalles.

Nuevas extracciones

Cantamos ante esos amores que nos proponen seguir con una marca de verdades queridas. Nos hemos consentido nuevas extracciones.

No en alerta permanente

Cerramos esas contemplaciones con un deseo mayúsculo de dar con la paz que antes nos sirvió. No estaremos en alerta permanente.

Una oportunidad de verdad

Buscamos superar la crispación en este amor que no siempre se agarra donde debe. Nos debemos dar una oportunidad de verdad.

Sin excepciones

Sentamos las bases que nos portarán a la altura de una nueva misión sin objetivos claros. Nos miramos sin excepciones.

martes, 29 de diciembre de 2009

Ver cuanto ocurre

Decoramos algunas pasiones con libertades que nos proponen cambios de gozos en territorios que nos alaban con claves supuestas. Iremos a ver cuanto ocurre. La felicidad calla mucho.

Sí a medias

Juzgamos en territorios donde no terminamos de ver casi nada. Nos hallamos con halagos de perfección. Nos decimos un sí a medias.

Felicidad efímera

Juramos amores que nunca son eternos. Lo sabemos en ese instante, pero la felicidad es demasiado efímera como para racionalizar más la vida.

En el amor verdadero

Cuento lo que quiero hacer, pero sólo me oyes tú. Quizá eres la única que tiene interés en lo que es amor verdadero.

El mandato constitucional de informar

La Constitución española del año 1978 es clara: el derecho a la información es uno de los fundamentales. Tanto lo es que está en el Título I de la Carta Magna. En paralelo, la información tiene una alta dosis de responsabilidad. La comunicación, que es el proceso que hace posible que nos llegue a todos, también. Conviene recordar de vez en cuando esa obligación (para algunos obvia, para otros no tanto) de informar a la sociedad como mandato constitucional, una obligación que forma parte de una moneda en la que se expresa por una cara el derecho y la libertad de poder contar lo que sucede, así como lo que opinamos al respecto, y por la otra se advierte que esa potestad es, igualmente, un mandato erigido en la base del mismo desarrollo democrático. No olvidemos que son muchas las personas que han trabajado, que han pugnado por ese derecho a informar (incluso muchas han perdido la vida defendiéndolo: insistamos en ello). En el frontispicio de toda evolución societaria está el poder comunicar libremente.

La sociedad debe conocer lo que pasa, las circunstancias que le rodean, los protagonistas de los eventos que nos circundan, los peldaños que se suben o los obstáculos que se colocan o que, cuando menos, existen en el día a día. Los condicionantes cotidianos deben ser expuestos para que, entre todos, podamos tomar las medidas que sean más oportunas. Así crece una sociedad. El ocultismo y el secretismo producen rupturas, desniveles e injusticias.

Es un derecho, el que administran los periodistas (los sujetos cualificados de la información, en palabras de José María Desantes Guanter), que está sujeto a salvaguardas, a ciertas garantías, para el mismo informador, y también para la sociedad, que ha de estimar, o ha de poder hacerlo, el que la administración de los procesos de comunicación esté supeditada a ciertos valores de responsabilidad, de equidad, de respeto, de sensibilidad, de conocimiento, de contraste de fuentes y de pareceres, de educación, de entrega a los demás, etc.

Es una alta responsabilidad. Lo sabemos, pero hemos de seguir subrayándolo. El deber de informar del periodista es el mismo derecho que tiene el ciudadano a ser informado y a recibir cualquier dato, circunstancia, evento o acontecer con credibilidad, con fuentes dignas de crédito, con valentía, con el respeto a los derechos de la sociedad misma, teniendo en cuenta las leyes vigentes y las garantías constitucionales de todo tipo que posee cualquier ciudadano, y ciudadana, de un país democrático.

El periodista debe afanarse por contar la verdad, la verdad de todos, desde la mejor de las intenciones, entregándose a las necesidades de la sociedad a la que sirve, a la que se debe por encima de todo. El derecho a la información es ciudadano, y lo que hace el periodista es administrarlo en su nombre. Desantes Guanter habla del derecho del sujeto universal a estar bien informado: ese sujeto es la propia ciudadanía. Hacia ella, por sus intereses, han de conducirse el sujeto cualificado, el periodista, y el que denomina sujeto organizado, la empresa, que ha de equilibrar, según señala nuestro autor, los objetivos económicos y periodísticos, sin que prevalezcan los unos sobre los otros.

En momentos complicados para la profesión, con pérdidas sustanciales de empleos y con una merma de las condiciones esenciales de trabajo, hemos de defender más que nunca el trabajo del periodista, que, para realizarlo oportunamente, ha de contar con unos mínimos que permitan que la traslación de mensajes se lleve a cabo de manera oportuna, edificante y liberadora. En ello, para ello, todos hemos de apoyar. No dejemos de pensar que, en las grandes iniciativas, proyectos, empresas, deberes, derechos, libertades y actividades, todos contamos. Debemos contar. Lo que está escrito en la Constitución debemos hacerlo efectivo y real cada día. Como decimos en comunicación, sólo así los derechos existen de verdad.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Claves para liberar el amor

Nos conformamos con lo que viene con rescates de última hora. No damos con las claves para liberar el amor.

Libres de ataduras

Nos hemos quedado con la boca abierta, con reformas que nos proponen seguir sin supuestos. Estamos libres de ciertas ataduras.

Unas sí, otras no

Podemos hablar de ciertos fracasos, pero también debemos comentar que el amor es así: una veces está, y otras no.

Pasiones divertidas

Hemos adivinado lo que debemos hacer. Nos señalamos con astucias que recrean las pasiones divertidas.

Certezas no seguras

Completamos algunas caricias que nos reforman los anhelos que complicaron las sumas con certezas no seguras.

Lo que nos distrae

Consentimos atrasos que nos llevan a ver lo que nos distrae. Hemos predicado con otros ejemplos que no deseamos comprender.

Deseos negados

Nos zarandea el destino con unos vestigios de amores restaurados con formas que se ven desde todos los ángulos. Nos comentados deseos negados.

Saber el uno del otro

Vivimos de un modo agradable porque el amor ha decidido acompañarnos. Nos volvemos para saber el uno del otro.

Sin caracteres nuevos

Puedo jugar el partido que nos imprime un carácter compartido desde unas facilidades que nos oprimen sin caracteres nuevos.

Ya lo sabíamos

Nos vamos a esos lugares ignotos que nos prometen amores en eternas primaveras. No existen, como ya sabíamos.

Sentir la necesidad

Nos desbordamos con planteamientos que saben a honores que no están en su sitio. Podemos ayudarnos una y otra vez, pero lo importante es que sintamos la necesidad.

No con la misma intensidad

Te declaro lo que siento bajo palabras que otros utilizan pero no con la misma intensidad.

Del amor, otra vez

Podríamos ser más fuertes, pero no lo somos. Quizá tampoco necesitamos tanto dominio de lo que debe ser libre. Hablamos, otra vez, del amor.

Las intenciones nos llegan

Hemos sellado las palabras que comprenden sencillas columnas de humo que tapan lo que no queremos ver. Las intenciones nos llegan.

Fracaso del artificio

Aprendemos con soltura en cuestiones de amores que reiteran el fracaso del artificio. Nos armamos de ciertos valores.

En forma nos ponemos

Confesamos razones en las que creemos a pie juntillas con posibilidades minúsculas. Nos ponemos en forma. Queda mucho que decir, quizá todo.

Nos debemos ver

Hemos consentido una esperanza, y ésta se ha revuelto con presentes sin un porvenir claro. Nos debemos ver.

A tiempo

Secuenciamos aspectos que nos llevan a olvidar donde estamos. Solventamos algunos problemas, que llegan bien, que aparecen a tiempo.

Los mejores cariños

Dedicamos un género que tiene dudas de amistades profundas. No podemos consentir que se escapen los mejores cariños.

Más entusiasmos

Simplificamos los sentimientos con dones que no controlamos. Hemos solicitado más entusiasmos de los que podemos calificar.

No vemos el final

Centramos experiencias con notas de buen humor. Iremos tan lejos como podamos. No vemos el final.

Amores que no existen

Ingresamos en un catálogo de solitarios que nadie protege. Nos reclamamos amores que ya no existen.

lunes, 28 de diciembre de 2009

No mucho más

Digo que estamos listos, y, de algún modo, lo estamos. No podemos mucho más de lo que afrontamos ya.

No como uno quiere

Me insistes con una voluntad que nos ennoblece a todos. Siento que las cosas no siempre salgan como uno quiere.

Con nuevas dudas

Por decimos por dónde cabe el amor, y creo que cabe, que es, que nos dice por dónde debemos caminar. Nos asaltamos con nuevas dudas.

Regreso a lo finito

Vivimos una belleza formidable que nos endulza la vida con unos planteamientos de regreso a lo finito.

Intuición y belleza comunicativa

La hermosura comunica un estado de ánimo que es necesario para el intercambio de mensajes en sí. Casi siempre es de este modo. Lo primero que nos atrae en cualquier circunstancia es lo que nos llega externamente, que, por supuesto, ha de estar acompasado con lo endógeno. En la comunicación funcionan muchos resortes que permiten, invitan o incluso fomentan su proceso, su impacto, el cumplimiento de sus objetivos. El positivismo, las buenas maneras, el intentar ceder en tiempo y forma, el llegar a donde nos hemos marcado unos objetivos compartidos, el utilizar la intuición y la belleza serena en todos los ámbitos (los físicos, los intelectuales, los espirituales)… Todo eso nos conduce por itinerarios de perfeccionamiento y de llegada hasta los umbrales más estimados.

Una sonrisa ayuda a contar lo que queremos trasladar a los otros, así como una cara amable, un carácter conciliador, un instante de pasión, una voluntad decidida, una querencia demostrada, un deseo de pacto y de consenso… Todo eso contribuye a que los demás compartan criterios y buenos anhelos. Hemos de procurar que haya “chispa” en todo aprendizaje, en toda relación, a la hora de negociar, de convencer o de relatar lo que nos interesa en aras de una mejora que hemos de perseguir que sea compartida. Ello siempre garantiza una cierta continuidad.

El encanto puede ser entendido como el pan de la comunicación, incluso en un sentido extenso. Pan en griego es todo. Por consiguiente, el “summun” en la comunicación vendría de la mano del envoltorio, del atractivo, de las buenas formas, del entendimiento en un sentido pleno, eso sí, siempre desde la óptica de la buena intención. Ésa es otra de las bases: hemos de perseguir hacer las cosas de la mejor manera posible, y así nos hemos de manifestar siempre que podamos. El eje de la vida está en ello, en las posturas acordes con los mejores fines.

El conocimiento y la seguridad que lleva en paralelo son también buenos matices hacia el brillo en la comunicación. Cuando alguien sabe y es capaz de demostrarlo hallamos en él, o en ella, un encanto especial difícil de glosar. La naturalidad, el deseo de hablar con sosiego, con tranquilidad, desde el respeto, contribuye a los mismos objetivos encantadores. Escuchar al otro, las verdades ajenas, las experiencias que nos llegan con voces de todo tipo, el saber dar y recibir datos, informes, cifras, etc., todo ello nos oferta una pasión con la que podemos encandilar a los otros. Es fundamental que, en proceso, nos gustemos a nosotros mismos, y así tendremos más opciones de complacer a los demás.

La felicidad, el tenerla, el irradiarla, nos conmueve, y, paralelamente, nos traslada al escenario de entendimiento compartido. Llegamos mejor con una actitud de decoro, de ponderación, de equilibrio, que con fermentos excesivos. Tengamos en cuenta, igualmente, a todos, a los más inteligentes, a los que tienen verdades más sencillas, a los que nos vienen con diferentes sones, a los que no atienden nuestras razones… Sí, a todos. En cada uno de nosotros hay verdades de las que aprender. Conociendo a los demás, trasladamos comunicación, pues damos a entender que somos capaces de oír los destinos y preferencias de cuantos nos rodean. Tengamos los espíritus abiertos. De esta guisa también repartimos encanto y fomentamos la comunicación.

No nos encerremos en nosotros, miremos sencillamente a la cara, sepamos del lenguaje gestual, del verbal, del manejo de las distancias, de las intenciones de unos y otros, y sepamos, fundamentalmente, modificar actitudes cuando no estén en el camino más correcto. Reconocer errores es de sabios, y, además, comunica. Pensemos en nosotros mismos, claro, en lo que queremos, y en si los mensajes se proyectan y llegan como deseamos, pero, insistamos, pensemos también en los demás. Sin ellos, no hay comunicación. No hay, al menos, buena comunicación, que ha de sustentarse en interesantes atractivos. La belleza nos regala serenidad y altura contemplativa para descifrar la mayoría de los procesos comunicativos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Ese sabor querido

Siento que hoy estás más en mí. Supongo que no manejamos tiempos, y eso ayuda. Nos conformamos con ese sabor tan querido.

Podrá ser

Sabes de condiciones de marcha que nos han de influir hasta decir que vale, que es, o que podrá ser.

Negamos los planos

La libertad nos conduce a ese final precipitado con el que debemos suponer cosas diferentes. Negamos los planos.

Por un instante

Miras por un rincocito que sólo tú y yo conocemos. Hoy nos vemos, por un instante, y dejamos que la vida discurra con nuestros anonimatos.

Un universo demasiado grande

Me gustas mucho. Sin rodeos te lo digo. Ahora toca encontrarte en un universo demasiado grande para mis posibilidades.

Una soledad que nos puede

Me das un poco de pánico. Hemos hecho caso omiso a esas alarmas que nos conducían, como ahora nos llevan de nuevo, a una soledad que nos puede.

La vida en serio

Nos hemos visto como exponentes de una realidad con la que hemos de ir tan allá como seamos capaces. No dejemos que las posibilidades se queden atrás. Nos debemos tomar en serio la vida.

Te lo reconozco

Nos hemos dicho que éramos capaces de formar ese plano de experiencia dichosa con un asomo de verdad. Lo hemos hecho bien, gracias a ti. Te lo reconozco.

Estamos vencidos

Nos parecemos en lo nuevo, en lo viejo, en lo que gusta y disgusta con pláticas que no conservamos en un tarro de cristal. En el amor estamos vencidos otra vez.

Mucho peso

Adelgazamos las actitudes que antes engrosaban los corazones más queridos. Nos fuimos con la casa a cuestas, y eso fue mucho peso.

Un tiempo que veremos como nuevo

Nos hemos consentido en exceso. Eso pensamos. Dejamos que las cosas ocurrieran durante un tiempo que veremos como nuevo.

Posturas que nos atraigan

Mendigas espacios en los que poder vivir. Hemos insistido en posturas que nos atraigan ahora y siempre.

Resortes orginales

Te digo que sí. Adoptemos medidas extraordinarias con las que conservar un amor que ha de invertir en presencias definidas por resortes originales.

Recambios maravillosos

Te podré decir todo. Hemos esperado algunas mudanzas con las que afrontar los recambios más maravillosos.

Amores repetidos

No deseo que los agobios nos puedan en este comienzo de amores repetidos. Todos lo son, aunque tengan encantos diferentes.

La magia nos desborda

Sabes que acierto aunque sea por casualidad. El amor lo puede todo. Los momentos siguen siendo inenarrables. La magia nos desborda.

Respuestas más que nuevas

Tendremos que impulsar algunos aspectos entendibles con el transcurrir de ciertos tiempos con los que podemos asumir respuestas más que nuevas.

Planes especiales

Intensificamos esos deseos que son dominios en una nueva excepción. Nos consentimos planes especiales sin orígenes ciertos.

Sombras que no reconocemos

Rastreamos esos caminos que antes utilizamos para viajar por sombras que no terminamos de reconocer.

Cambios y presencias

Volamos con la maravillosa visión de quienes obtienen cambios con presencias calladas. No es posible estar sin ser previamente.

Del espíritu

Pasan los segundos con unos rescates que no hablan de materia sino de espíritu. Nos debemos dar más fuerza.

Con lo que deseas

Te requiero para tus importancias, para que seas feliz con lo que piensas, con lo que deseas interiormente.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Momentos eternos

Funcionamos como un reloj cuando se trata de amor. Es el mejor combustible para seguir adelante. Los momentos son eternos cuando él está.

Quizá más que eso

Medito en lo que podríamos haber crecido los dos juntos por siempre. Nos sentimos plenos, quizá más que eso.

Con la entrega solidaria

Empatizo con tu realidad ahora que todo es lo que es. Nos damos mucho amor con la entrega solidaria.

Con otro sueño

Te diré en esta noche que nos tenemos para lo que sea menester. Digo que sí con otro sueño.

Puede que seamos más

Me detengo ante ti con una voluntad que me lleva donde todo tendrá un algo de sentido. Puede que seamos más.

Sueño con soñar

Debo conformarme con una ilusión ahora que te vas hacia ninguna parte. Sueño con soñar.

Querencias renovadas

Ya estamos otra vez con diversiones de fermento nuevo. Nos hemos engatusado con querencias renovadas.

Comunicar y pensar al final del año

Los meses se han estirado todo lo que podían y ya piden un relevo. Todo es fungible, y hasta es bueno que lo sea. Pensemos en algunos axiomas. Procuremos que las actitudes nos lleven a ese punto de destino que nos gusta o que nos satisface. Acaba el año con las tradicionales Navidades. Es un ciclo que se repite, y bueno es que sea así, que aparezca cada cierto tiempo. Sin perjuicio de lo bien que lo haya pasado en otras ocasiones creo que es justo reconocer que estamos, que estoy, ante unas de las mejores de mi vida. Lo son no por mí, sino por quienes me rodean, que me regalan una aureola como nunca imaginé. Todos parecen haberse aliado para darme lo mejor, todos, y no desde el punto de vista material sino de espíritu, con vocación, que es lo más importante, pues lo que llega, sin lugar a dudas, tiene una inmanencia especial y extraordinaria. Hay toda una serie de sensaciones que permanecen, que me tocan con una varita mágica, lo que nos hace, me hace, transcender con decoro y buenos ánimos. Los tengo, y quiero decirlo sin rodeos de ningún género. Me siento dichoso.
Los seres humanos conformamos una realidad que nos diferencia con toques de profundas atenciones. La paz nos incluye en lugares de recia factura que nos hace fuertes, y que también nos incluye en una lista no escrita de privilegiados, entre tonos de perfectas caricias. Es lo deseable. Ahora digo, cuento, muestro, insisto con unos recortes de pláticas correspondidas en mitad de esta etapa a la que quito fechas para que lo sea en todo momento. También es lo que debemos perseguir. No quiero vivir de calendario, pendiente de él. Anhelo y me afano para que la Navidad lo sea todo el año. Tenemos derecho a ello.
Siempre que tengamos la familia cerca y bien y con salud, cuando tengamos algo de trabajo y cuando seamos capaces de disfrutar de todo ello, estaremos ante el mejor momento de nuestra vida. Ocurre en más ocasiones de las que somos capaces de declarar, pero el asunto es que no siempre lo vemos. Buscamos tanto y tan lejos que no vemos lo que hay al lado de nosotros cada día del año. Ya es mala suerte.
Claro que, asimismo, hemos de acordarnos de quienes no tienen ni lo más esencial, incluyendo la salud. Pensemos en ello para valorar los verdaderos estados de entusiasmo en los que hemos de encontrarnos. Meditemos acerca de quienes carecen de lo más sencillo, y tratemos de que sean un poco más felices, sólo un poco, un poco cada uno, y seguro que, entre todos, haremos que su espacio sea más dichoso. Juntos podemos.
Es momento para destacar cómo estamos, para ver los motivos de nuestros buenos tiempos, para que arreglemos problemas y salvemos y solucionemos obstáculos. Prediquemos con grandes y con pequeños ejemplos. No paremos en ningún momento. Juntemos las piezas de la Felicidad para hacer un Sol y una Luna. Aliemos a la Naturaleza con todos nosotros para que la dicha sosegada siga un proceso expansivo, incluso de ida y de vuelta, para que rebote por todos los rincones, empezando por los corazones de los niños.
Sólo así, comunicando esa Buena Noticia, podremos pensar que son las mejores navidades de nuestra vida. Lo serán éstas y las que vienen, cada uno de los 365 días del año. Sí. Cuando acaba el año hemos de hacer balance y quedarnos con lo mejor, sobre todo con lo mejor de nosotros mismos. Comunicar y pensar, y probablemente tomar decisiones de mejora, son vértices el mismo poliedro con el que hemos de adquirir Paz y saludable Amor.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Libertad relativa

Nos sentimos derrotados ante las caricias de quienes vienen con los sonidos de una libertad medio relativa.

Para la tranquilidad de todos

Nos basta lo que nos decimos para confraternizar con bastiones de experiencias nobles que nos incluyen en campos medio conformados para la tranquilidad de todos.

Nunca sé

Te podría confesar que podemos, pero no estoy seguro. Todo ha ido muy deprisa, y no sé, nunca sé.

Los caminos medios

Nos sentimos predecibles, partes de unas verdades medio nuevas que giran en torno a los caminos medios.

Donde compartir quehaceres

Buscamos y vemos con el mismo sonrojo. Estamos listos para acudir a otra fuente donde compartir quehaceres.

La experiencia vencida

Hemos planteado algunas caricias con el afán de una libertad llevada de la mano hacia la experiencia vencida.

Sensaciones y deseos

Planteamos actuaciones que nos han de llevar por sendas de apariencias novísimas. No damos crédito a algunas sensaciones convertidas en deseos.

En otras aventuras

Desterramos ocasiones que pudieron hacernos más fuertes. Nos embarcamos en otras aventuras.

Apenas queda tiempo

Pienso en decirte que podemos, pero luego me da miedo. Las sensaciones nos oprimen, y apenas queda tiempo para señalar el camino del amor.

Con el corazón en la mano

Quiero querer queriéndote desde la ilusión de un amor que nos hará grandes. Nos llamamos con el corazón en la mano.

Sin simplificaciones

Somos y estamos con sonidos que nos hacen excepcionales. Nos tenemos que mirar. Nos consolaremos sin simplificaciones.

Con nuevas adquisiciones

Elaboramos unos planes con los que somos más dichosos. Nos distinguimos con nuevos rasgos. Nos quedamos con nuevas adquisiciones.

El mayor y el mejor

Somos capaces de ser felices. Nos gustamos en mundos que hacen posible el mayor y el mejor de los deseos.

Lo es

Tallamos una amistad que nos decora con formas que nos manejan con reglas que nos imitan hasta decir que el amor es todo. Lo es.

Nos comunicamos nuevos deseos

Evolucionamos hacia la conciencia de un cariño que nos lleva a un inicio permanente. Nos comunicamos nuevos deseos.

Mirándonos con cariño

Divisamos el alimento del amor. Nos incluimos en un catálogo precioso. Nos corresponde estar más tranquilos. Podemos, sí, juntos, mirándonos con cariño.

Con otras conclusiones

Nos solicitamos un poco de amor. Nos hemos visto acomplejados. Nos mostramos con otras conclusiones.

Pedimos consejos

Nos comportamos como frutos de un amor. Nos hacemos cargo. Nos pedimos consejos que tomaremos en cuenta.

No existimos

Nos diferenciamos con comprensiones que nos proponen quedarnos con inteligencias poco abstractas. No existimos.

Sin eficiencia

Manifestamos un amor que nos pasa de largo. No estamos en esa península donde fuimos voluntarios y fuertes. Hemos quedado sin eficiencia.

sábado, 26 de diciembre de 2009

Nos quitamos ataduras

Te veo con los criterios de un enamorado que todo lo quiere entender de manera no organizada. El amor es lo más importante. Nos quitamos ataduras.

Negociaciones fugaces

Nos hacemos favores que nos hacen renacer con voluntades de triunfo. No somos en otras caras. Nos cogemos con tradiciones comprendidas desde negociaciones fugaces.

Otro regreso

Ultimamos lo que queremos hacer. Nos hemos unido en libertad. Nos planteamos la voluntad de otro regreso.

Sentidos de nuevas vidas

Suspendemos esos momentos que nos ahogan para tomar las suficientes fuerzas con las que abordar los sentidos de unas nuevas vidas.

Nos enamoramos cada día, como sabes

Versionamos la realidad con unos distingos que nos hacen fomentar las uniones sin clasificaciones. Nos enamoramos cada día. Lo sabes.

Presentamos respetos

Nombramos experiencias que nos incluyen en lugares de sobria factura. Llega el universo con todos sus dones. Presentamos respetos.

Subyace el amor

Nos damos sentidos con unos gustos que nos plantean qué hacer y qué no. Hemos servido de testigos nuevos. El amor subyace.

También es

Son las que son, y como son, mientras abundamos en sentidos y estados que nos conforman con clases que nos enrutan hacia otro universo, que también es.

Mejor que nos afirmemos

Anticipas todo lo que puedes hacer en un mundo de complejos consentidos desde rincones no controlados. Es mejor que nos afirmemos.

Simientes que florecen

Ablandamos los corazones con simientes que florecen en cualquier rincón. Nos consentimos más gracias.

Perfecciones en marcha

La realidad consiente con sus dones y sus ventajas añadidas a un mundo de perfecciones en marcha.

Más ocasiones

Consiento miradas que nos abruman con resortes de poderes nuevos. Hemos sido. La vida nos otorga más ocasiones.

Caminos diversos

Rompemos lanzas que nos ilustran lo que debemos hacer y lo que no. Hemos señalado caminos diversos.

Eso no es bueno

Nos plantamos ante el árbol de la vida con una visión de rayos x, y seguramente vemos más de la cuenta. Eso ya no es bueno.

Grandeza de espíritu

Subrayamos deseos que se vuelven hacia ese horizonte que tanto y tan bien soñamos. Nos estimamos con grandeza de espíritu.

Nada más

Nos parecemos con las amistades que se hacen profundas con el transcurrir de determinadas etapas. No vamos a enumerar nada más.

Algunas certezas

Nos ponemos en forma con gracias que están en sueños no perdidos con el paso del tiempo. Tenemos algunas certezas.

Presencias de lo soñado

Te quedas en ninguna parte, y así es imposible que nos podamos ver. Hemos consultado unos cuantos oráculos y ahora vemos las presencias de lo soñado.

Impresiones variadas

Comprobamos ese sentimiento en mitad de un todo que nos gusta con impresiones variadas. Nos volvemos a tocar.

Nos sentimos únicos

Callamos hoy. Ayer dijimos mucho. Queda lo claro, pero, por evidente, dejado al nuevo trayecto. Nos sentimos únicos.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Fermentos de necesidad

Me acuerdo de ti. Hemos pasado mucho juntos. Nos enamoramos cada día con fermentos de necesidad.

Las categorías y el todo comunicativo

Vaya por delante un aserto comunicativo: encontramos aquello que estamos dispuestos a hallar. El cesto de la comunicación tiene todo tipo de componentes y de posibilidades de ida y de vuelta. La realidad tiene muchas vertientes. Además, hay múltiples representaciones de ella. Todas conforman unos planteamientos con aspiraciones globales. Hemos de mirar con cumplimientos de búsqueda de aprendizaje que comience sin choques, sin intereses oscuros. Debemos distinguirnos con contemplaciones de profunda expresión. Somos parte de lo extraordinario, si somos capaces de ser generosos con nuestro entorno, con lo que nos gusta, con lo que nos place en un universo de sensaciones netas. Deleitarnos por cuanto nos regala la vida es el mejor presente con el que podemos gobernar parte del futuro, que tiene sentido con las novedades recurrentes que nos brindamos.
Hemos de dar pasos adelante con objetivos sin complejos. Debemos escribirnos con ánimos sanadores, con reglas no escritas, con vertientes que apunten hacia equívocos sanos. Nos debemos alegrar de oírnos, de tenernos. Las cosas funcionan si queremos que así sea. Nos debemos contentar por lo que hacemos, por el empeño que ponemos en ellas, en todas las cosas, por la misión cumplida, aunque se quede a medias por la falta de suerte o por aquellas circunstancias que no dependen de nosotros.
Portemos, siempre que podamos, el libro de la vida con las hojas tan llenas para aprender y tan en blanco como seamos capaces para poder escribir sobre ellas con originalidad y espiritualidad. Seamos grandes como concepto, desde la entelequia. No suframos por lo que no depende de nosotros: intentemos lo imposible, pero no nos obliguemos a más. La sensatez también tiene eso: no forcemos la máquina más allá de sus posibilidades. Los análisis de corazón nos han de descubrir sensaciones de equilibrio.
Formamos parte de categorías que hemos de complementar como cimiento aliado de un porvenir donde todos hemos de convenir en la ilusión por alternativas y con afanes de superación. Nos debemos convertir en modelos para todos, incluso para nosotros mismos. Nos debemos dedicar en cuerpo y alma a superar los obstáculos. Necesitamos poner en común los mejores deseos. Seguro que percibiremos los ejes que nos unen, y con seguridad que fortificaremos el castillo del entusiasmo que nos ha de permitir que se cumplan los planes. Dibujemos murales, por favor.
Saquemos todos los proyectos adelante, incluso los más nimios. Es probable que éstos deban ir los primeros, pues son los que proporcionan entereza ante un ecosistema de debilidades que proliferan por la falta de acción. Consideremos para dar con las voluntades de triunfos relativos y de leves éxitos que animan por encima de todo. Así debe ser. Hemos de despertar a las causas para dar con las consecuencias. Los orígenes han de ser superados. No consintamos lastres, no de ésos que nos detienen. Como mucho, aceptemos los que nos aclaran la voz para escuchar nuestro interior. No tengamos prisa para llegar al final. Disfrutemos de algunas paradas, de las que puedan ser, de las que nos permita la historia y sus circunstancias.
Las realidades son múltiples, con miradas y miramientos diferentes. Añadamos todo cuanto sea menester. Nos propondremos no cercarnos con intereses fluctuantes o de corta perspectiva. El mundo es muy grande, y, desde el respeto, cabe todo, cabemos todos, y, por supuesto, desde la comunicación ingente, precisa, intensa, conmovedora, buscadora de sentimientos, de alivios y de corazonadas racionales y objetivamente-subjetivas. Vayamos por esa realidad. Es nuestra, es de todos, sí. Las caras y vertientes de la comunicación componen un compendio de opciones que nos encienden cada día la llama de la vida misma. Hay un sinfín de categorías en el todo de la Comunicación. Puede que sean infinitas.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Otro descanso

Pensamos en lo que tuvimos. No volverá. Fue bonito durante un tiempo que aún echamos de menos. Nos tomaremos otro descanso.

Sin juramentos ordinarios

Hemos sellado un amor que nos secuencia las huidas con unos vacíos que importan. Las latitudes importan con rumbos sin juramentos ordinarios.

Seremos lindamente

Huimos hacia ese monte en el que nos vemos solidariamente. Nos volvemos para ver. No somos, ni estamos, pero seremos lindamente.

Motivos para ello

Nos deseamos sin que sepamos manifestar el porqué. Nos declaramos enamorados, y tenemos motivos para ello.

Más livianamente

Los planes nos olvidan en convites comunes. Nos damos aliento. Las consultas nos obligan con flamantes anhelos que hemos de exponer un poco más livianamente.

La belleza es tuya

Me da miedo que te vayas, pero creo que debes hacerlo. Nos sentimos renacer. La belleza es tuya.

Recortes pensados

Crees en el amor que da seguridad. No nos veremos en esa encrucijada que nos alivia con recortes pensados.

Diremos menos

Gustamos de otras instancias que emocionan. Nos quejamos, pero no hacemos nada. Nos diremos menos.

Emoción fermentada

Fermenta la emoción. Nos negamos. Somos. Pensamos en otro momento. La victoria nos queda asegurada de otro modo.

La paz que perseguimos

Experimentamos una paz que nos adentra en cuestiones que serán esenciales para la paz que perseguimos. Te guardas lo mejor.

Nos enamoramos

No vamos a vivir entre diferencias que ahora nos trasladan a otra etapa más destacada. Nos enamoramos.

Ese punto de verdad que es

Existimos en una nueva etapa. Nos hemos engastado para ser la misma persona. Damos ese punto de verdad que es.

Mucho bien

Nos queremos dar las gracias con unas verdades estupendas. Son tuyas, y también mías. Creo que hemos aprendido a ser un poco más confiados. La voluntad ha hecho mucho bien por nosotros.

Hemos acudido a ver

Miramos hacia el mismo lugar. Allí nos veremos. La existencia nos sorprende. Hemos acudido a ver.

Fruto de tus anhelos

Aceleramos rendimientos. Nos damos lo más especial del mundo: el amor. La continuidad es fruto de tus anhelos, que se mezclan con los míos.

Ya es

Claudicamos ante las diferencias que nos dejan sin criterios. Nos hemos propuesto estar. Ya es.

Momentos fragmentados

Nos encontramos ante tercios que nos desdeñan. No salimos con la fuerza de esos momentos fragmentados.

Que no completamos

Nos fiamos de ayudas vulnerables que nos alimentan con contentos que no completamos en su visión.

Sin que sepamos la composición

Nos quejamos. Hemos sido en un nuevo despertar que nos propone un combate que sigue sin que veamos la composición.

En el puro comienzo

Somos proscritos ante las derrotas que nos olvidan con entusiasmos medio relativos. Nos quedamos en el puro comienzo.

En otro olvido

Nos resistimos a comprender que el tiempo pasa. Nos quedamos en otro olvido, o eso parece.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Por la mejor comunicación

Hagamos todo lo posible por sacar lo más idóneo de nosotros mismos. Las fechas acompañan, siempre deben ser propicias. Nos hemos de arbitrar una serie de estructuras y de planteamientos para sacar partido a etapas del año que nos ofertan los mejores sentimientos, las más óptimas vocaciones. Las etapas de la vida nos llevan por conductos variopintos que nos encauzan hacia momentos y movimientos de todo género. Debemos mirar con ansia de sorpresa, con restauradas convenciones que hemos de disponer en libertad. Digamos el sí con un asentimiento preñado de ocasiones, de oportunidades, de pensamientos en libertad, base de la felicidad. La sencillez funciona, más de lo que nos decimos en soledad.

Llega la Navidad, la dulce etapa que nos presenta dosis de ideas en positivo. Hemos de estar, de ser, de tener, de consumir, de otorgar, pero con la moderación debida para no desgastar las esencias que, como el “vino madre”, han de alimentar todas las etapas de la vida, que se suceden con avatares y movimientos de diverso tipo.

Experimentemos el amor en la comunicación, y procuremos que viaje sin demora, sin cortapisas, sin obstáculos, o bien intentemos que el fermento sea el más deseable del que seamos capaces. Hemos de acudir a las llamadas de quienes nos alcanzan con voluntades de facturas creíbles. Las actitudes han de presentarse con afanes de generar alegría.

La Navidad nos recrea con instantes de inocencia, siempre buena para poder ser dichosos, para inmiscuirnos con realidades mejorables desde todo punto de vista. Debemos animarnos. El contento es una óptima contribución para que fructifiquen las actividades de nuestra existencia.

El don de relacionarnos hay que explotarlo. Previamente lo hemos de explorar para reconocer debilidades y fortalezas, con el fin de apuntalar las unas y las otras. Aprovechemos los momentos de clarividencia, que tampoco son tantos, para aglutinar las actuaciones que gestan una buena política vital. Para ser felices hay que creer que podemos serlo, incluso que debemos serlo.

No agotemos recursos, y tratemos de sacar provecho a cuanto ocurre, siempre en una disposición generosa. No nos gastemos. Persigamos el futuro con el entusiasmo del positivismo, del posibilismo, de la gracia abstracta que nos complació de niños, cuando pequeños, cuando empezábamos a aprender. Estemos atentos. No hay demasiadas jugadas, y lo interesante es que las sepamos ver y disfrutar.

Estas fechas navideñas, como otras del año, pueden ser la palanca de impulso ante las circunstancias que nos llegan (unas buenas, y otras no tanto). Ojalá seamos capaces de verlo así y ahora, y en adelante también. No paremos en la búsqueda de ese horizonte. Aguarda el milagro de estos instantes, que, por ser eternos, será un milagro, o debería serlo, en nuestro comportamiento durante toda nuestra historia. Subrayemos que somos capaces, y hagámoslo. La Naturaleza de lo humano, si queremos, nos puede facilitar paciencia y empuje en este sentido. Estamos, hoy, estos días, estas semanas, todo el año, por la mejor comunicación, lo cual incluye buenas intenciones, las mejores también.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Por un día

Cantamos otras canciones, pero los sentimientos son los mismos. Nos dejamos volar, aunque sea por un día.

Sin decir nada de nuestros corazones

Te he contado algunos sentimientos con los que conformarnos ahora y siempre. Nos hemos señalado sin decir lo que portamos en los corazones. Es mejor no exteriorizarnos.

Hacia delante

Te diré que sí. Hoy no eres. Has pasado de largo en muchos momentos. Hoy me toca a mí. Lamento que no nos hayamos comunicado mejor. Miremos hacia delante.

La nada que es el todo

Nos volcamos en misterios que nos incluyen en sitios de pacientes medidas con las que movernos hacia la nada que hoy, como ayer, es el todo.

Empeñados

Creo que hemos corrido demasiado sin pensar si merecía la pena tanta complicidad rota. Nos hemos empeñado.

Barreras por derribar

Me distraes sin que sepamos lo que nos une. Hemos restaurado algunas verdades que echan barreras que hemos de derribar.

Los tiempos pasan

Imponemos regresos en los que no creemos. Hemos sentido que las cosas han de poder. Los tiempos pasan.

Los dioses mueren

Nos conformamos con unas visitas que nos incluyen entre consejos que actúan por decretos no escritos. Los dioses mueren.

No estaremos preparados

Nos divertimos en la esperanza de una mudanza sincera. Llegará. Es posible que, entonces, no estemos preparados. Bueno, ya veremos.

Te veo para no ser

Rastreamos por los intensos momentos en los que compartimos las mismas ilusiones. Hoy te veo para no ser.

Aseguramos la vuelta

Sellamos esas pasiones que nos liberan de ataduras en las que creemos a medidas. Nos aseguramos la vuelta.

Convertidos

Miramos hacia el mismo sitio, aunque no contemplamos lo mismo, o eso pensamos. Nos hemos convertido por el camino.

A la mínima ocasión

Fenecemos en cuestiones de amores que se hunden para volver a recuperarse a la mínima ocasión.

Cualquier rincón del universo

Planteamos todo lo que podemos hacer con una memoria que nos divisa desde cualquier rincón del universo.

Una parte que nos sorprende

Nos escuchamos con voluntades queridas. Hemos tomado el todo con una parte que nos sorprende.

Más de lo que pensamos

Te cuento lo que sabes, y pierdo el miedo a lo que puedes decir. La existencia nos comprende más de lo que pensamos.

Vivimos los colores

Aseguramos los procesos que nos distinguen con paciencias que agrandan los momentos. Vivimos algunos colores.

Siguen las sorpresas de cariño

Me digo que sí, que debemos volver con la voluntad de un cariño que se extenderá hasta donde sea menester. Las sorpresas de cariño siguen.

Al infinito

Nos amamos, y ésa es la suprema dicha en un contexto de paciencias que hemos de dedicar al infinito.

Sencilla y complicada

Simulo el amor, o incluso su pérdida. Me falta valor para estar a tu lado. No sé más. La vida es sencilla y complicada.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

AIDEMAR

AIDEMAR, UN EJEMPLO DE AMOR

Una de las entidades dedicadas, desde el altruismo, a colaborar con un sector muy necesitado de apoyo, de un fuerte apoyo, es AIDEMAR, la Asociación para la Integración del Discapacitado de la Comarca del Mar Menor.

Está Asociación sin ánimo de lucro está integrada por familias con hijos que presentan algún tipo de discapacidad. Funciona desde el año 1982 y atiende a un total de 500 personas. Sus instalaciones están radicadas en los municipios de San Javier y San Pedro del Pinatar, si bien su ámbito de influencia se extiende a Los Alcázares y Torre Pacheco, y hay chicos y chicas en su Centro de Día que incluso provienen de ciudades como Murcia. Su vocación, fundamentalmente, es comarcal. Por su entrega y cercanía se nota este aspecto.

AIDEMAR oferta recursos y servicios a discapacitados y a sus familiares procurando la atención de sus necesidades desde pequeños hasta la vida adulta. Su programa de actuación es integral.

Buscando mejorar la calidad de vida de los discapacitados intenta incluso su inserción laboral en áreas como la conservación de jardines, manufacturas de la sal, energías renovables, conservación del entorno, catering o carpintería. De momento se están cosechando éxitos muy interesantes y relevantes. Es justo destacar también la labor de muchas personas que, de modo anónimo, entregan parte de su tiempo a trabajar para conseguir subvenciones y que determinados proyectos se lleven a término. Se trata de un ejemplo magnífico que, por modélico, hemos de procurar sostener entre todos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Mudanzas y riesgos comunicativos

La valentía es, en todo momento, un valor que añade, que suma, que regala, aunque no sea en un plazo inmediato. Miremos el horizonte, y, en silencio, digamos que no es bueno estarse quietos. La vida está llena de cambios en todos los campos. Algunos son apenas perceptibles. Otros nos devoran con sus mutaciones radicales. Los más son frutos de la pura adaptación a lo que acontece, a lo que es, a lo que tiene un cierto sentido con el que poder crecer. A veces no es así. Vamos añadiendo, poco a poco, con el paso de los años, una serie de empatías con las que mejoramos, o lo intentamos, sobre todo espiritualmente, y eso es bueno.

Los cambios son consustánciales al ser humano. Sin ellos no hay evolución: el progreso sólo es posible gracias a ellos. Incluso es conveniente que ocurran con balances buenos y malos, pues, así, con esa perspectiva, aprendemos mucho más y sacamos provecho de las experiencias que no han resultado como pensábamos. No hay nada esencialmente malo si somos hábiles para optimizarlo.

Las mudanzas son vida, son consecuencia del directo existencial con el que nos divertimos, nos entristecemos, nos comunicamos, nos relacionamos, nos convertimos, nos regalamos todo tipo de presentes, etc. ¿Qué sería de nosotros/as, si siempre estuviéramos en el mismo punto? Supongo que sería muy aburrido. Hemos de estar ojo avizor para detectar lo que nos envuelve y valorar lo que nos aporta, para actuar como sea menester

Además, la esperanza en los cambios, en lo que suponen, en que siempre todo puede revertirse, en que lo malo puede trucarse en bueno, en que la verdad de todos y cada uno nos brinda más libertad, es la base para servir de testigos ante lo que sucede, que es el sustento inequívoco para construir un mundo de buenas sensaciones. Existen mucho más abundantemente de lo nos indican.

Tengamos, pues, la máxima autonomía de la que seamos capaces para que el deambular diario nos conduzca por pareceres nuevos. El derecho a la herejía del que hablaba Aristóteles es la sustancia prima con la que abordar diferentes eras en lo personal y también en lo colectivo. Todo entraña fantasía y, para recrearnos en ella, hemos de colocarnos en la conveniencia de aprender todos de todos.

La sinceridad para con nosotros mismos pasa por el afán de salir del inmovilismo, que hace que enfermemos mental y físicamente. El sedentarismo no es bueno en lo externo, y mucho menos en lo interno. No crecemos, no vemos más lejos, y eso nos convierte en estériles en muchas esferas. Sigamos sin miedo, incluso, como antes señalábamos, pese a la posibilidad cierta de que erremos.

Nada grande se ha hecho sin el riesgo y la osadía de continuar más allá del espacio que tenemos controlado por la historia o por las circunstancias que fueren. Siempre hay algo (bueno incluso) más allá, si tenemos la convicción de contemplarlo. Vivir es relacionarse, y relacionarse es comunicar. La singladura no ha de ser otra que aceptar el desafío de cambiar comunicando y de, comunicando, modificar aquello que nos rompe o limita. El único horizonte ha de ser no dañar a nadie, sino todo lo contrario: ayudar en lo que podamos. La bondad se da en todos los rincones. Es cuestión de buscarla. No ofrece dificultades. De verdad que está. Si nos planteamos con coraje cómo queremos que nos venga el futuro, seguro que vemos que todo lo que se modifica nos otorga un presente antes o después, en el doble sentido.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Desaprovechamos el tiempo

Hemos asistido a una cita donde nadie esperaba a nadie. No sé si es bueno, pero está claro que desaprovechamos el tiempo.

Lo que podemos y debemos

Te he puesto en ese sitio donde la amistad ha de ser un poco más querida, densa incluso. Nos planteamos lo que podemos y debemos realizar en un mundo de preferencias vencidas.

No sin resultados

Comprobamos algunos anhelos que nos complacieron a mitad de un camino que no vemos. No dejaremos que las cosas se queden en soledad y sin resultados.

No iré

Me parece estupendo que seamos en esa otra etapa que nos ha llegado sin previsión. No iré.

Equivocados

Nos hemos conformado con la realidad que nos rodea. Hemos dado avisos que nos complacían a medias, pero pensábamos que era todo a lo que teníamos derecho. Estábamos equivocados.

De otra guisa

Rompemos el molde. Hemos asegurado que las fantasías son, y seguramente lo serán cuando las vicisitudes sean de otra guisa.

Nos hemos dado mucho

Me convienes desde un principio en el que no existió el tiempo. Nos hemos dado mucho.

Algunas sonrisas

Yo te diré. Hemos señalado un camino que será de pura amistad. Sabes de lo que hablo. Nos comentamos cómo se generaron algunas sonrisas.

No damos con salidas a tono

Viajamos por un escenario que nos propone ansias de perdón. No damos con unas salidas a tono.

Nuestra amistad lo supera todo

Nos entendemos de la mejor manera posible. Eso es bueno. Nuestra amistad ha de superarlo todo.

Factores ciertos

Conversamos con nosotros mismos. Hemos convenido factores que nos son ciertos.

Vemos algo más

Nos miramos. Sabemos que vemos algo más, pero no nos atrevemos a contarlo.

Perfección idealista

Exteriorizamos caricias que nos proponen seguir por el camino de una perfección idealista.

Amores perfectos

Nos gustamos. Hemos divisado instantes que nos fueron dados sin prisa. Nos convocamos con amores perfectos.

Sabores para compartir

Me voy. Volveré con imágenes nuevas en mi corazón. Hemos conocido sabores que deberemos compartir.

El cielo de siempre

Te veré, te diré, te aconsejaré, y me sentaré en las nuevas escaleras que nos llevarán al cielo de siempre.

Con un recuerdo nuevo

Me conformo con lo que me cuentas. Nos hemos llamado la atención con un recuerdo nuevo.

Testigos de amores

Me otorgas gratitud con una voluntad de hierro. Hemos servido como testigos de amores profundos.

Interés sucinto

Insistimos en amores que nos dejan con una voluntad manifiesta de amores. Nos aceptamos. Hemos sido con un interés sucinto.

Restaurar pasiones

Juntamos momentos que nos hacen vivir entre consejos callados. Quebramos pasiones que hemos de restaurar.

Nuevo panorama

Sellamos una amistad que será tan profunda como queramos. Nos hemos añadido a un nuevo panorama.

Nos olvidamos de ser

Gestionamos los deseos con una maravillosa caricia en las manos. Nos olvidamos de ser.

martes, 22 de diciembre de 2009

Mesura y tiempo en la Comunicación

El proceso comunicativo necesita su tiempo, su consideración, su planificación, y, fundamentalmente, mesura, para que cale como debe. Pensemos en positivo, y tengamos en cuenta qué es lo más importante. Ensayemos y mostremos que somos capaces de recorrer el camino de la interacción de mensajes. Lo somos, de corazón, en cuerpo y alma. La comunicación tiene sus circunstancias, sus ingredientes, su presentación, su continuidad, su cabida, sus potencialidades, sus secretos a voces para que funcione... Hay un compendio de elementos que hacen fuerte su utilización o que, por el contrario, nos llevan por una senda de debilidades que repercuten en sus soluciones, en sus consecuencias, en sus potencialidades, en sus enseres, en sus particularidades y en sus destrezas.

Pensemos en los concursos de paciencias y de prudencias, con las suficientes templanzas, que nos han de conducir a buenos resultados. La eficiencia, y hasta la eficacia, viaja por ese sendero, del que hemos de beber todos/as, si queremos que la credibilidad nos acompañe en el proceso comunicativo. Esa credibilidad ha de ser interpretada como básica y fundamental para seguir adelante.

Como consejo, debemos marcarnos metas y plazos en las conquistas y/o mejoras comunicativas, pero sin que ello nos cercene o amilane. No paremos, pero tampoco nos detengamos cuando las cosas no salgan como esperamos. No debe haber prisa. Hemos de perseguir la calidad y no la cantidad, aunque la una y la otra sean referencias a tener presentes.

Vayamos, cuantos más mejor, en la misma dirección, sin valorar aspectos que nos puedan nublar la vista. Miremos para contemplar con visión panorámica y a medio plazo lo que nos conviene, que es comunicar para recoger y dar conocimiento, al tiempo que debemos avanzar, siempre avanzar, al ritmo que se pueda y con las mínimas tensiones.

No ocultamos, por supuesto, que los resultados son buenos, apetecibles, deseables… Lo son, cuando son buenos, siempre. No obstante, tampoco podemos vivir en el compromiso permanente, porque no conviene, y porque no es posible. Estemos atentos a todas las jugadas con el deseo de aprender, de compartir y de ser. El resto, que no es poco, vendrá después.

En esta sociedad que nos afea el no correr en todo momento y lugar para conquistar grados y empleos efímeros hemos de defender la solvencia, la constancia, la voluntad, la permanencia de los progresos de una manera solidaria, aunque suponga una tregua de vez en cuando y se genere una velocidad ínfima. Lo importante es moverse, y hacerlo hacia ese vínculo que nos haga convertirnos a todos en una auténtica sociedad con los mínimos compartimentos estancos. La auténtica victoria es ésa, que seamos todos, o casi.

Si el ritmo es, si fuera, más lento del que nos gustaría, hemos de conformarnos. Hemos de acompasar anhelos, de vivir en el afán solidario, y no solitario, y seguramente así alcanzaremos cotas de satisfacción que compensarán el aparecer tarde en algunos enclaves. Recordemos que, como decía aquella canción, lo importante es llegar, y, como añadía otra, que lo sepamos aprovechar y compartir. Eso. Lo más relevante es emprender el camino en la dirección sabia del conjunto, en el que todos somos, en el que nadie ha de sobrar, excepto, como decimos, las prisas. Tomemos el tiempo suficiente, el que sea, el que precisemos, para tocar la virtud de la mesura, que produce más abundantes cosechas de las que pensamos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Superar momentos de soledad

Hemos definido algunos procesos con los que queremos crecer en paz. Nos alimentamos bien de amor, pero siempre hay momentos de soledad que hemos de superar.

Romper lagunas

Te tengo a ti, y eso me gusta. Hemos asumido que podemos romper con algunas lagunas y dificultades.

La importancia de ser libres

Debemos apostar por una memoria que nos distrae con paciencias y dichas que hemos de aclarar por los cuatro costados. No dejemos ni un resquicio de posibilidad para intentar ser libres, que es lo más importante.

Otra vez nos sinceramos

Consultamos algunas experiencias, y damos con las claves de cuando fuimos un poco menos vehementes. Nos sinceramos otra vez.

Desaparece

Ya te digo, o te diré. Nos hemos subrayado unas caricias inexistentes. No hay fomento del amor, y éste, claro, desaparece. Nos engañamos si pensamos otra cosa.

Momentos buenos

Disimulamos un querer que nos hace tropezar en la misma piedra. Nos asolan los momentos que consideramos buenos.

Un poco más allá

Proponemos más, y menos, y hasta nada, para navegar con círculos poco definidos. Nos hemos ido un poco más allá.

Sin razones

Sorprendemos a nuestros corazones en cuanto amanece. Volvemos a la realidad que nos hace vivir sin razones.

Caracteres nuevos

Nos hemos sorprendido. La vida nos derrota a la primera de cambio, y soy en la otra cara de una noche que nos regala caracteres nuevos.

Básicos para los deseos

Las distracciones nos incluyen en lugares de recia fabricación que olvidan los sentimientos, tan básicos para lo que exponemos, para nuestros deseos.

Lo hemos de recordar

Intentamos salir a ver lo que ocurre por un universo de preferencias silentes. Nos olvidamos de lo importante. Lo hemos de recordar.

Experiencias nuevas

Te puedo decir el sí con una voluntad que considero de hierro. Nos confirmamos experiencias nuevas.

En la distracción

Prometemos deseos con los que poder crecer. Nos hemos insistido con varias caricias definidas en la distracción.

Un día y otro

Utilizamos algunos bagajes que nos incluyen entre sombras con las que crecer un día sí y otro también.

Existencia florida

Es mejor no saber cuando las cosas pierden la ruta. Nos hemos visto en el otro lado de una existencia florida.

Lo intuyo

Distraemos emociones que consideramos propias. No te puedo contar si estoy, no, aunque lo intuyo.

Con un poco de dulce

Ya te diré, algo te diré, mientras llegan los elementos que consideramos cruciales. Las existencias son con un poco de dulce.

Comunicaciones diversas

Ganamos una parte de un todo que nos incluye en lugares de rancia factura. Hemos asumido comunicaciones diversas.

Espera que propone cambios

Rastreamos el corazón y hallamos de todo mientras todo duele en la espera que nos propone cambios.

Consuelo y algo más

Me dispones con una fórmula que no termino de comprender. Hemos estado muy cerca. La vida nos consuela, pero pedimos algo más.

Otra versión

Me complace mirarte, serte, vivirte, conformar una realidad en la que nos asomamos a otra versión de la Naturaleza.

lunes, 21 de diciembre de 2009

En la contemplación comunicativa del frío y el calor

Dediquemos tiempo a ver lo que acontece y a valorarlo. No pasemos de puntillas y sin dar con las claves de lo que nos debe importar. La naturaleza humana y el ecosistema en el que vivimos tiene un poco de todo. La visión también entraña contemplaciones dispares. Eso, en esencia, es bueno. Hay teóricos que nos hablan de la existencia de colores fríos y cálidos, en función de la percepción o de la impresión que nos provoca su contemplación espontánea o reiterada, esto es, a la primera de cambio o de manera constante. Es así. La subjetividad, nuestra propia formación, la impronta que nos deja la experiencia y el aprendizaje individual y colectivo hacen que veamos lo que nos rodea en base a las circunstancias previas que hemos contemplado o incluso heredado genéticamente.

Como esto es así, hemos de procurar en todo momento tener en cuenta no sólo lo que contamos, si cómo nos llega, en qué momento, con qué condicionantes, y, en paralelo, fomentando la necesaria empatía con aquellos/as que nos rodean y que, sin duda, nos ofertan su ideario día tras día conforme a lo que han ido recibiendo desde sus respectivas atalayas.

Suelo repetir, porque así lo han dicho otros a lo largo de los siglos, que el punto medio es virtuoso, y no porque tenga que ser el único, sino porque permite un entendimiento más de conjunto. Fomenta, como advertimos por lógica, equidistancias, o, dicho de otro modo, unas mayores cercanías. Por lo tanto, debemos intentar que los términos denoten frío y calor, en sus acepciones más amplias, para todos/as, de modo que nadie se sienta ignorado ni agredido en sus pensamientos, al menos no de manera radical. El consenso es la base para que prosiga la comunicación, y por ello ésta debe entrañar esa simiente.

Busquemos y hallemos esos linajes que nos invitan a que el pacto sea la base para resolver los conflictos, e incluso para prevenirlos. Es lo mejor, debe serlo. No dejemos para mañana esta actitud, pues el coste puede ser mayor. No olvidemos que la relatividad de las cosas hace que no siempre veamos los eventos como nos gustaría. Por consiguiente, tener en cuenta que cada cual es diferente, a menudo maravillosamente distinto, y que entre todos podemos construir una realidad, es una actitud que engrandece a todos, sea cual sea su parecer, siempre que éste tenga en cuenta los derechos y libertades de cada uno.

Llega el invierno, y el frío sucede al calor. Es el ciclo de la vida, y como tal hay que verlo. Lo aconsejable es aceptar las vivencias cuando llegan de manera natural y en los tiempos y formas que toca, según las estaciones humanas, terrenales y hasta medioambientales. Es bueno el cambio, incluso para no mal acostumbrarnos a lo que nos acontece. La existencia humana es eso: un poco de todo, con miradas y temperaturas diversas. Hay está la lindeza, el amor, el secreto de un poco de felicidad, el ansia y la pasión como estructura fundamental de nuestro caminar… Busquemos, pues, el calor, pero dejemos que el frío de vez en cuando nos despierte a otros sentimientos comunicativos. Son. La templaza, la moderación y la perspectiva de todos/as y para todos/as son buenas compañías. En la contemplación hay mucho aprendizaje, como en el silencio, como en el análisis. Tomemos nota.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Razones que no entendemos

Enlazamos con esos momentos en los que la fuga toca a razones que no entendemos.

Un poco de más paz

Juntamos piezas que nos hacen ser personas. Hemos contribuido a un poco de más paz.

Si somos capaces

Nos alzamos ante este amor que se marcha. Queremos que se quede. Estará, si somos capaces de confiar.

Fuerzas fugaces

Hemos añadido una base que nos incluye en una nueva restauración de las apariencias que nos dieron fuerzas fugaces.

Con más abrazos

Nos hemos impregnado de emociones que nos hacen vivir de otra guisa. Nos sorprendemos con más abrazos.

En otras circunstancias

No me cuentes todo aquello de lo que crees que eres capaz. Hemos asentido con prestaciones que no nos llegan. Nos veremos envueltos en otras circunstancias.

Apenas fuerza

Tenemos que computar sentimientos que apenas tienen fuerza para seguir por otros lugares.

Entre consecuencias lógicas

Sembraremos por nuevos lares en los que aprenderemos a estar entre consecuencias lógicas.

Circunstancias de la vida

Te diré que la base es altura y media ante las circunstancias que nos regala la vida. No estamos en esa nueva entrega.

Sensaciones nuevas

Presto mis emociones con un gusto que me pone en ese brete con el que nos lanzamos a otra amistad menos trabajada. Nos pedimos sensaciones nuevas.

Hacia otra cara

La existencia está llena de pasiones útiles que nos impiden seguir hacia otra cara sin moneda dispar.

Lo que podemos hacer

Restañamos esas heridas que nos dijeron lo que teníamos que hacer. Negamos las evidencias. No sabemos qué podemos hacer.

No podemos quedarnos atrás

Nos ponemos a razonar con una amistad que haremos medio profunda. No somos como pensamos, ni estamos tan bien como deseamos, ni tampoco podemos quedarnos atrás. La voluntad es todo.

Sincero y singular

Te contaré por dónde quiero que vaya mi amistad. Hemos señalado la devoción como base de un amor que haremos sincero y hasta singular.

Otro sistema de vivencias

Te puedo contar un sí y un no con una moraleja que me entretiene. Hemos tomado un poco de paciencia como base para otro sistema de vivencias.

En la otra esfera

Generamos un entusiasmo que nos incluye en otro mundo. Somos en la otra esfera.

Emoción añadida

Nos enamoramos de seres que nos proponen sentar la cátedra de una emoción añadida.

Ver qué ocurre

Nos conocemos con una valentía que nos propone estar con secuencias nuevas. Iremos a ver qué ocurre.

Trasiego querido

Nos hacemos ese caso que nos mejora con el tiempo, con la razón, con el trasiego más querido.

Validez permanente

Eres ese todo en el que confío con una validez permanente. Nos asomamos a la realidad.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Mi mejor tesoro

La fortuna nos trata bien. Estás tú. Nos aclamamos en silencio por el calor que combate el puro frío. Eres mi mejor tesoro.

Los anhelos son así

Hemos adivinado el cariño. Nos sentimos devotos de caricias en pura minoría. Nos quedamos sin conocimiento. Los anhelos son así.

Alegres corazones

Pasamos a tomar partido por un amor que ha de ser mancomunado. Nos instalammos en alegres corazones.

Esperamos otro milagro

Me gusta el espacio que nos has dejado. La vida es. Nos hemos callado mientras esperamos otro milagro.

Con paciencias

Entrenamos con cariños ajenos. Los minutos nos dejan sin materia prima. Nos entregaremos con paciencias.

Estrella no fugaz

Me quieres decir mucho. Yo te lo digo. Hemos sentido que el amor viaja con una estrella que, a partir de hoy, no será fugaz.

Planteamientos de puertas abiertas

Nos entretenemos con seguimientos de paciencias que acarician el deseo que nos llega con planteamientos de puertas abiertas.

Máximo entendimiento

Nos debemos suponer amigos. Lo somos. No dejemos que las muestras vayan llegando sin el máximo entendimiento.

A una mayor libertad

Ganamos en deseos de paz cuando el amor nos acompaña. Por eso lo hemos de fomentar. Los incrementos de sentimientos nos conducen a una mayor libertad.

Emigran los deseos

Nos damos recetas sin medios, pero tenemos el amor como instrumento básico de otros cambios más deseados. Emigran los deseos.

Nos pediremos reflexión

Nos lanzamos a una nueva aventura en la que nos conocemos ocmo una fuente extraordinaria. Nos pediremos reflexión.

Progreso del corazón

Tengamos la fiesta del conocimiento con unos parangones excepcionales. Iremos con el progreso en el corazón.

Nos haremos la vida mejor

Somos testigos de emociones que nos hacen vivir con una cierta intensidad. Negaremos pacientes deseos hasta que lleguemos a mirarnos de verdad. Nos haremos la vida mejor.

Dejemos la premura atrás

Nos descubrimos con mucho amor. Hace falta tiempo. No podemos esperar que las cosas sucedan en un instante. Dejemos la premura atrás.

Silencios que nos abrazan

Nos mostramos con enseñanzas que repiten los instantes más apasionados. Hemos insistido con silencios que nos abrazan.

No te puedo contar que sí

Tenemos que ir hacia momentos de amores que nos harán parte de la misma realidad. No te puedo contar que sí.

El tiempo nos unirá

Nos orientamos con vacíos que nos incluyen en eras que rompen los momentos más preclaros. No sé cómo estaremos, pero sí sé que nos amaremos, aunque no estemos en el mismo lugar. El tiempo nos unirá.

Nuevos descubrimientos

Pasan algunas etapas en las que existimos sin estar. Ahora la historia nos alcanza con nuevos descubrimientos.

La misma persona

Busquemos ideales con los que dialogar. Nos hemos enamorado varias veces, y ahora nos damos cuenta que la persona es la misma.

Sigo ese camino

Hoy también te pienso. Sigo ese camino que me mostraste cuando las cosas eran de otro modo.

sábado, 19 de diciembre de 2009

La verdad que hemos compartido

Planteamos ser en esa entrega permanente que nos hará aprender de la verdad que hemos compartido.

En algún punto

Nos necesitamos para ser felices. Sabes que tenemos que encontrarnos en algún punto. Nos damos mucha moral.

Mientras no falte el amor

Nos debemos proponer cambios con modestos deseos. Nos sentiremos ases en un desierto mientras que no nos falte el amor.

Por un sí

Nos debemos dedicar a nosotros mismos, a fomentar todo lo que llevamos dentro. Estamos unidos por un sí.

En otras estimaciones

Debo quererte como sea. Mereces mi afecto. Hemos acabado con sencillez. Nos volcamos en otras estimaciones.

Lo definitivo

Rastreamos esos momentos que nos dieron mucha fuerza. Nos conformamos con lo poco y con lo mucho. La idea es ser feliz, que es lo definitivo.

Vivimos a medias

Vivimos efectos que se pierden con el paso de cuatro eras en las que vivimos a medias.

El pintor de la hermosa mirada

Molina Sánchez nos deja uno de los mejores legados de la pintura murciana

El pintor de la hermosa mirada

Puede que suene a tópico, pero debemos decir que nos sentimos un poco huérfanos. Se nos ha marchado un ser humano tan bondadoso en lo personal como excelente en su profesión, la pintura. El ciclo de la vida se consuma, y continúa. No podemos evitarlo. Una persona muy querida, José Antonio Molina Sánchez, ya viaja hacia ese cielo que tanto amó en la Tierra. Fue una persona afortunada. Tuvo talento; fue devoto de su trabajo, de su familia, de sus amigos; supo entregarse a todo cuanto realizó; y, además, fue capaz de hacer el bien con tranquilidad, con valentía, con sosiego, con placidez.
Su mirada limpia ya denotaba lo que venía tras ella: era un buen hombre, sí, en el sentido pleno de una palabra que se desgasta en ocasiones en esta bella existencia comprometida en exceso con las prisas. Fue bueno y razonable.
Busco la belleza, y la halló. Su obra es fruto de la excelencia, del equilibrio en libertad, de la técnica no amaestrada, de la innovación en la vanguardia complaciente. Decir lo que es su trabajo pictórico es llegar tarde a contar una obviedad, pero sí resaltaré su enorme gusto por los colores, que trenzaba como nadie. Mezclaba aires diversos, que parecían consecuencia de la misma vida, como si la cordura fuera anónimamente, y de manera natural, un resultado especial de tonalidades vistosas.
Fue (y lo es, dondequiera que esté) generoso. Moldeó su alma sincera con buenas acciones, y ahí queda ese legado que deberemos saber interpretar para las generaciones venideras. Fue capaz de dar originalidad a lo que nos sucede alrededor.
Ha sido longevo en años, en producción pictórica, y, aunque suene a repetido, en actitudes bondadosas. Intentó ver la cara amable de la existencia, de las acciones, de sus resultados. Por eso sus imágenes son tan cariñosas. Son como él.
En un universo necesitado de buenos ejemplos hallamos milagrosamente en su figura uno muy descollante. Nos llegó como un brindis sincero a la vida, como un homenaje a lo humano en forma de caminar, sencillamente en el día a día, lo cual le otorga todavía más mérito.
Se nos ha ido uno bueno, uno de los grandes, irrepetible. Vivirá con ese amor que tanto nos repartió en su estancia entre nosotros. Le juramos también un cariño eterno, el mismo que él nos regaló, el mismo que será imperecedero a través de su obra. Gracias, José Antonio, por tanto, y por ser como has sido. Deseo que tu vuelo pictórico siga siendo sobre un arco iris. Nos deja una bendita y hermosa herencia que procuraremos fomentar. Ha sido un placer. Lo es. De algún modo, por sus sentimientos, a través de su pintura, siempre estaremos juntos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

En plenitud

Me tienes a tu lado ahora y siempre. Hemos sido entre telas con las que nos podremos gustar. Nos sentimos en plenitud.

Por el mismo camino

¿Qué te puedo contar que no sepas? Te he amado aún antes de conocerte. Seguiré por el mismo camino una y otra vez.

Nos volveremos a cambiar

Nos hemos llenado de valentías que no sirven con zapatos de algodones que se empapan e impiden seguir adelante. Nos volveremos a cambiar.

De humilde sugerencia

Temo que las cosas se escapan. Nos hemos levantado antes de tiempo. Fuimos para no contar nada. Nos comprendemos con aires de humilde sugerencia.

Fraguar oportunidades

Sugerimos volver a empezar cuando el inicio es un poco cansado. No sabemos fraguar oportunidades, que han de venir como sea.

El amor cercano

La existencia humana nos ofrece una belleza que hemos de saber conjugar con el aprendizaje. No dejemos para mañana el amor cercano.

Hoy como ayer

Resplandece ese amor que nos invita a que todo suene con reglas de juegos fugaces. Nos hemos sentido únicos. Lo somos hoy como ayer. Lo vemos.

Dos y uno

Nos hemos planteado estar en ese nuevo deseo. Nos subiremos a sus alas y viajaremos sin mirar para atrás. Nos comprendemos sin tocar la música que tanto nos agradó. Hoy somos dos y uno.

Con risas

Juramos vivir juntos. Luego resulta que es complicado cumplir con promesas antes de que lleguen los contextos que tanto nos gustaron. Nos complacemos con risas.

Veredas y niños

Animamos a paciencias que nos aclaran la voz en esos últimos instantes que nos conducen por veredas que visitamos cuando niños.

Queda más

Las risas nos llevan a compartir ángeles con los que crecimos en una vida que haremos eterna. Nos hemos sentido con mucha devoción. Queda más.

Esforzarnos más

Sugerimos un camino de bondades que nos sorprenden en esquinas de paciencias que aplaudiremos como infinitas. Nos molestamos lo justo. Debemos esforzarnos mucho más.

Si llega

Hemos suplicado un amor que no vendrá ni por lastima ni por obligación. Llegará cuando tenga que aparecer, si llega.

No sé si seguiremos

Nos influenciamos con unas apariencias que nos nutren con sensaciones medio nuevas. No sé si seguiremos, pero lo intentaremos.

En cuatro lunas

Quitamos y ponemos ilusión a un mundo que nos sorprende con muchos complejos. Hemos aterrizado en cuatro lunas.

Amistad considerada

Presumo de ti, de lo que me dices, de esas fortalezas que me proponen estar en ese lado de la amistad que consideramos profunda. Lo es.

Entereza por siempre

La astucia nos lleva por senderos de presencias maravillosas que nos hacen seguir con una entereza que será por siempre.

Para decir que vale

Nos decimos que hemos de volver, y lo haremos con una sonrisa que no será extraña. Estamos para decir que vale.

Nos declaramos enamorados

Nos hemos entusiasmado con las posibilidades de un mundo que se incrementa con vacíos existenciales. Nos declaramos enamorados.

Hemos creído bastante

Nos protegemos de amistades que confluyen en puntos de difícil retorno. No somos, no estamos, no podemos. Hemos creído, y bastante.

Adiós eterno

Me dejas llegar hasta ese monte que consideramos sagrado. Realizamos el último deseo, y decimos que el adiós será como el amor, eterno.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Durante años

Te diré que estamos en sintonía. Lo creo. Lo podremos demostrar durante muchos años.

Hace falta que me animes

Te cuento que podré ir en cualquier momento. Hace falta que me animes, o algo así.

El tránsito frente al inmovilismo comunicativo

El movimiento se demuestra andando. No tengamos miedo a equivocarnos, ni tampoco a enmendarnos a nosotros mismos cuando fallemos en algo. Cuando exista un problema, lo primero que tenemos que hacer, como indica Freire, es reconocerlo, y luego llevar a cabo todo lo posible por solventarlo. Surgen, a menudo, o de vez en cuando, influencias u obstáculos que paralizan las conexiones comunicativas entre aquellos (esto es, todos/as) que estamos obligados a entendernos. Si creemos, hemos de demostrarlo, sea cual sea el objeto de atención del que hablamos. Como en este caso es la comunicación sobre la que discernimos hemos de demostrarnos que somos capaces de dialogar, de contarnos cosas, de superar desaciertos, de probar que nos queremos, de señalar hacia dónde queremos ir, de sumar más que de restar, de solventar recelos y de ponernos en marcha ante cualquier vicisitud que pueda ir sucediendo o surgiendo antes o después.

Hemos de procurar cada día el acercarnos a aquellos y aquellas, incluso a nosotros mismos, cuando seamos el origen de una distancia, controversia o conflicto, con el fin de dar con las soluciones ante apatías o estancamientos a nivel comunicativo. Todo es posible en la vida, todo es mejorable, todo es fruto de los entendimientos y esfuerzos que queramos imprimir a nuestras existencias.

Debemos perseguir, y espero que lo consigamos, que las actitudes de negatividad se vayan neutralizando de manera paulatina, de modo que seamos lo suficientemente hábiles y prudentes para llegar en el tiempo y forma que sea menester. Subamos y bajemos las escaleras tantas veces como sea necesario para solventar las cuestiones que se vayan produciendo.

Los caminos están ahí para ser transitados, y no sólo para contemplarlos. Entre todos podemos jugar a emprender unas razones compartidas con las que llegar donde sea preciso y con valentía. El deseo ha de ser saber, compartir, ser desde la óptica de un permanente movimiento hacia el conocimiento de las razones de los que conviven en nuestro ecosistema y en otros.

Las conexiones han de existir, las hemos de fomentar, las hemos de saborear y las hemos de utilizar cada jornada. De este modo, cuando vengan las crisis superaremos cualquier situación más o menos hiriente. No busquemos atajos. Intentemos contemplar con sosiego cuanto ocurre y saquemos las mejores conclusiones posibles con el fin determinante de mejorar las cosas. Juntos somos más fuertes que por separado, y, además, somos capaces de abandonar un enemigo no visible, la soledad, buena a veces, pero que, vivida con reiteración, hace daño.

Nos debemos conmover con las circunstancias de los demás, a los que hemos de procurar suerte y buenos lazos de amor, bondad, solidaridad, compañía; y, asimismo, intentemos la dicha con los resortes que surgen como intangibles de ayudas sin pedir nada a cambio. Juntemos piezas y seamos en la construcción de un itinerario hacia nuestro particular “Mundo de Oz”, que hemos de abrir a todos los demás, evitando distancias, enseñando que no existen, y que, de darse, las acortaremos. Cada día debe producirse ese empeño y ese esfuerzo. Que sí, que podemos. La negatividad engendra negatividad, y la bondad construye puentes y gesta una dicha inmensa e imparable. La alternativa ante el inmovilismo comunicativo está en el tránsito permanente hacia formas de entendimiento generosas y abiertas.

Juan TOMÁS FRUTOS.

A pesar de las oportunidades

Nos pensamos en otra extraña locura. No hemos sido a pesar de las oportunidades.

La realidad que tanto nos quiere

Nos sentimos plenos, único, reales, distintos, conformes a la realidad que tanto nos quiere.

Defenderla entre todos

Me infundes un respeto con el que hemos de convivir. La paz es de todos, y entre todos hemos de defenderla.

Gusto compartido

Me dirás, siempre me dirás, y me asombraré, siempre me asombraré, con ese gusto que es compartido.

Un amor que rompe

Me empujas hasta ese final que me deslumbra. Hemos tomado la callada como única respuesta ante un amor que nos rompe.

No soy en tus anhelos

Trato de estar en ti con una voluntad que me rastrea el alma. No soy en tus anhelos.

Con cariñosos talentos

No sabes lo que presumo de ti. Hemos sido en la otra noche que nos endulza con cariñosos talentos.

Un día sí, y otro...

Me gusta que vengas, que seas, que nos alcances en una nueva era con la que aprendemos un día sí y otro puede que también.

Menos en los tiempos actuales

Te cuento algunas bellezas que nos hacen a todos más humanos. La idea es no fallar, y menos en los actuales tiempos.

Mucho por hacer

Sabemos de estabilidades que nos arrancan lo mejor de nosotros mismos. Nos hemos ayudado, pero aún queda mucho por hacer.

Más en paz

No es cuestión de hallar culpables, sino de abrir círculos con los que hemos de crecer más en paz.

No puedo saber

Me encanta que nos veamos con una psicología que nos obsequia con razones tardías. No sé, no puedo saber.

Pronto y tarde

Ponemos en marcha unas actitudes que desgranan las causas con las que trabajar un día y otro también. Seguiremos pronto y tarde.

Donde no hay

Nos damos recados que nos tocan con buenas intenciones, que las tenemos de algún modo. Hemos sido en otra noche que nos invita a aterrizar donde no hay más conocimiento.

Un poco de humor

Nos hermanamos con rastros de intenciones que nos harán más divertidos. Necesitamos un poco de humor.

Nos besaremos otra vez

Te veo con mucho asombro. Hemos callado ante las cautelas que otros nos recomiendan pero que no cumplen. Nos besaremos otra vez.

Los méritos continúan

Nos queremos mucho. Hemos sido en una noche que todavía conservamos como eterna. Lo fue. Los méritos continúan.

El tiempo nos dará la razón

Nos hacemos caso, hoy sí, y nos decimos que el amor triunfa siempre, a pesar de todos los pesares. El tiempo, con algo de dolor, nos dará la razón.

Ya estamos

Teníamos que contarnos cosas desde el inicio de unos tiempos que aún nos proponen seguir como sea. Ya estamos.

Presencias gustosas

Pedimos un poco de buen gobierno con razones que nos han de dar alcance con premuras y algunas presencias gustosas. Nos amamos.

Seguramente será

Volvemos esta mañana a ese concepto con el que tanto aprendimos. Dijimos que sí, y seguramente será.

jueves, 17 de diciembre de 2009

El lugar de la comunicación

Vaya por delante que la comunicación es un recorrido total, integral, de conjunto. A menudo perseguimos dar con emblemas, con símbolos que reflejen lo que nos identifica, pero, sin duda, cuando hablamos de la comunicación, hemos de convenir que es un baluarte en sí misma. Buscar atalayas es bueno. No hace falta que sean altas o muy altas. Necesitamos que estén, que sean confortables, que nos inviten a ser y a estar con compromisos no fingidos, sino auténticos. Hemos de estar en paz con nosotros mismos. La vida es eso, y más, pero empezar por un lugar donde estemos resguardados es un buen punto de partida. Nos debemos decir a nosotros mismos que, para transferir confianza, la hemos de sentir.

La existencia humana se basa en esos inicios en los que nos sentimos a salvo en un hogar (por el que siempre hemos de dar las gracias), con emociones sinceras, procurando aprender de los ejemplos (de los buenos) de quienes nos rodean. Hemos de servir de testigos de emociones y de sinceridades con las cuales hemos de crecer en paz y en armonía. Al menos, ése debe ser el intento.

Crucemos cada día los océanos de la existencia, incluso en días de tumultos y tempestades, para tener el regado del conocimiento y de los sentimientos, con los cuales nos hemos de sentir iguales, porque lo somos. Gustemos de las mejores vivencias con inclusiones, con resortes de posibilidades, con intereses bendecidos por las querencias propias del destino, que también podemos empujar nosotros.

En la Huerta de Murcia se habla de la necesidad de tener un cornijal, un rincón, un sitio donde encontrarnos con nuestros ancestros, con los que compartir deseos, afanes, anhelos, discernimientos e ignorancias: se trata de bondades en definitiva con las que hemos de ir tan lejos como podamos. Aseguremos cuanto nos rodea con abrazos fraternales, que, lógicamente, hemos de extender a cuantas más gentes mejor.

Vivir, en sí, incluso en momentos complicados, es una bendición. Abramos los ojos cada amanecer al aprendizaje, a la aventura humana de conocer a quienes nos rodean, con el añadido de experimentar lo que sienten, lo que son, sus pretensiones, sus sueños, sus gratas caricias al viento, que nos lleva a alguna parte…

Tener un refugio es un tesoro, pues nos permite contar con un cajón donde mantener los sueños, y hasta ese mundo de preferencias con las que incrementar el patrimonio espiritual, el más importante de todos. Gustemos sin hacer daño a nadie. Intentemos deleitarnos con la voluntad de ser, que no tanto de tener, pues lo importante posee un valor intrínseco, sin más, que no hemos de confundir con el precio, que es otra cosa.

La comunicación es nuestro baluarte. El rincón donde meditamos y hacemos balance es la garantía de un recreo con lo relevante, con lo abstracto, con lo que nos entronca con lo que fuimos, con lo que esperamos ser, probablemente con lo que somos. La comunicación tiene unos objetivos, claro, pero, por definición, es un fin en sí misma. Lo dicho. Sin ella, sin la posibilidad de trasladar y recibir información, no somos. Defenderla es más que un compromiso.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Máximas entregas

Nos gustamos. Con sencillez hemos llegado a una plaza donde nos respetamos con máximas entregas.

Nuevas oleadas de sentimientos

Pasan esos minutos que nos parecen lentos, y seguimos experimentando unas nuevas oleadas de sentimientos.

A reflexionar

Nos radicamos en otros lugares donde no conocemos apenas nada. Nos liberaremos en otro momento. Hoy lo dedicaremos a reflexionar.

Hemos desperdiciado oportunidades

Me das permiso para hablar, pero creo que ahora ya no es el momento. Hemos desperdiciado oportunidades.

Con otro calado

Nos satisface el momento de una gloria que fue tan especial como efímera. Hemos serenado los ánimos. Nos conformamos. Hemos dispuesto ser con otro calado.

Por la ruta

Intentamos ser, vivir, estar, quedarnos con otra cara, con la misma moneda, con el afán de seguir por una ruta donde nos besaremos otra vez.

Recortes de pasiones

Damos con una calidad que nos plantea qué hacer ante las dudas que nos rodean. Los días pasan con recortes de pasiones.

Cariño resguardado

Predicamos con intenciones sólidas que nos plantean nuevos retos de los que hemos de salir. El cariño sigue en su sitio, resguardado.

A todo y a nada

Ultimamos una serie de fines con los que crecemos sin encargos. Hemos aceptado muchas palabras que nos saben a todo y a nada.

En otro umbral

Hemos pedido un poco de descanso. Lo necesitamos para poder seguir adelante. Nos hemos quedado en otro umbral.

Nos contenta

Nos damos unos vistos buenos que nos alargan manos que son apoyos fundamentales para sustentar todo cuanto ha de venir. Nos enamoramos. Es lo de siempre, y es sencillo, y nos contenta.

Sopesar la experiencia

No debemos dejar que las cosas pasen de largo como si no hubieran ocurrido. Hemos de sopesar la experiencia para obtener de ella la mejor estimulación.

Algo más

Nos hemos habituado a vernos, pero necesitamos algo más para decir que la resolución está en el amor.

Sin disciplina

Nos contamos qué hacer, y seguramente lo hacemos con una voluntad que nos desea lo mejor de un mundo de fantasías. No vamos a alegar. El amor no tiene disciplina.

Sabor de la memoria

Nos hemos sincerado recordando todo cuanto fuimos. Viene el sabor de una memoria que nos da claves nuevas.

Mismo propósito

Abundamos sin emergencias. Nos fundimos en el mismo propósito, que nos libera de algunas carencias.

Abrazos eternos

Te nombro con mi mejor deseo, con el afán de quererte con vehículos constituidos por abrazos eternos.

No es costumbre

Proponemos regresar a una voluntad que nos supera. Hemos añadido cambios. Nos hemos asustado. El amor no es costumbre.

Fases iniciales

Generamos mucho deseo, un mayor amor, una voluntad que será lo que tenga que ser. Nos hemos enamorado de unas fases iniciales. Ya veremos.

Espero que vuelva

Me generas un amor espontáneo, que igual que va viene, y luego se va. Espero que vuelva.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Oportunidades desde la legítima fe en la Comunicación

Hay múltiples ocasiones. En todos los aspectos vitales podemos añadir cuanto queramos. La existencia es una cuestión de confianza. Lo es. Sí, en todo y nada, con profundidad manifiesta. Hoy mantengo que podemos comunicarnos, que podemos ser una piña, con todas sus diferencias, con caracterizaciones más o menos complejas, con límites destacados, con unas voluntades que nos podrán oprimir con enterezas más o menos firmes, con unas lindezas que nos han de hacer fraguar una nueva materia. Juntos podemos, todos podemos. Es cuestión de afirmarnos en nuevos propósitos, que quizá sean reiterados. Puede que sean los de siempre. Seremos capaces de aquello que nos digamos, de lo que nos propongamos. Hoy somos positivos, y eso es lo que trato de mantener.
Hemos de liderar cambios, con mutaciones tranquilas, buscando unos nuevos momentos, que serán nuestros, que nos erigirán en posiciones de cambio, en nuevas caricias, en perfiles nobles. Llegaremos donde queramos, como queramos, buscando no estar entre opresiones más o menos lindas. La hermosura tiene que ver con los proyectos, que juntaremos, que uniremos, que volcaremos con destrezas donde sea menester.
Las aspiraciones han de ser el llegar a los demás, el concebir esperanzas, el tocar las posibilidades con prudencias, con vertientes sólidas, dando lugar a abrigos con esperas novedosas, con flamantes caricias, con voces que susurrarán que podemos llegar tan lejos como queramos. Lo haremos. Estamos seguros. La justicia tiene que ver con ello igualmente.
La vida es una manojo de oportunidades que hemos de dejar crecer en un entorno que hemos de procurar que sea natural. No debemos pisar la hierba que nos alimenta, que nos ofrece ocasiones de aprendizajes múltiples. Lleguemos, llegaremos, podremos, seremos. La existencia nos consigue múltiples ocasiones para ser felices. Es cuestión de desearlo, de querer, de estar, de acercarnos con el afán de aprender a hallarnos, que seguro que podremos. No nos defraudemos.
Los fines han de procurar estar con sentido, con equilibrio, dedicando tiempos, formas y espacios, y recorriendo los itinerarios en los que somos, o podremos ser, aptos para un nuevo lenguaje o para-lenguaje, o metalenguaje. La paz y el bien vienen de aspectos sólidos con los que afrontar nuevas oportunidades sin más negocio que el estar bien. No aspiramos a más, pero tampoco a menos.
Sonreír desde la cercanía, apaciguar los ánimos, buscar el entendimiento equilibrado, suponer dando más querencia de la que nos solicitan, sentir entre materias y objetos, hallar sin más finalidad que el ser dichosos, presentar respetos que regalarán paciencias y visiones oportunas, quedarnos en el mismo inicio, para regresar mañana con otro ciclo….
Miremos para advertir lo que nos rodea, y no dejemos que nada se nos escapa a priori. Por lo menos hemos de intentarlo. Que no se diga que no hemos tenido la suficiente visión. Tengamos la fiesta en su sitio, y volquemos todas nuestras confianzas. La fe que profesamos es tan legítima como oportuna. No brindemos a una entelequia que no vemos, y que puede que no exista, y seamos prácticos desde la subjetividad.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Los momentos que tendremos que vivir

Nos vestimos de amistad, y eso nos parece la base para los momentos que tendremos que vivir muy pronto.

Nuevo comienzo

Las obras nos penalizan con restos de poderosas querencias que nos arrastran a un nuevo comienzo, que es bueno.

Otro sí

Nos recordamos en este nuevo sentido que le damos a las cosas, que nos hacen apostar con unas normativas queridas, ciertas, sentidas, preferidas. Nos hemos dicho otro sí.

Creceremos con tendencias nuevas

Tenemos que poder. Los propósitos nos llevarán a tendencias nuevas con las que creceremos con normalidades.

Corremos a abrazarnos

Sé que podremos vivir esa imagen idílica con la que hemos crecido. Nos tocamos con preferencias medio nuevas. Hemos sido en subidas y en bajadas. Corremos a abrazarnos.

Con números poderosos

Nos gusta ser, estar, proponer, quedar, sentir, vivir en la noche con tiempos nuevos que nos responden con números poderosos.

Nos encarrilamos

Tendremos que estar en ese punto de amistad donde nos tomemos las cautelas con una maestría propia de años de experiencia. Nos encarrilamos.

Sin mucho más

Preparamos un nuevo plan que nos ha de conducir hasta la sensación más querida. Estamos sin mucho más.

Patrocinios diversos

Venimos con un talante conciliador. No juzguemos antes de tiempo. Nos asaltan las dudas con patrocinios diversos.

En cuestiones del amor

Juntamos empeños y esfuerzos hasta estructurar una verdad que nos ha de relatar nuevas posturas de conquistas señeras en cuestiones del amor.

Sin periodicidad

Nos esforzamos por ser, por contarnos lo que es distracción y penumbra con recortes poderosos. Hemos sido con vencimientos sin periodicidad.

Con razones puras

Nos concentramos hasta decir que vale, que basta, que podemos ser entre negaciones que nos vienen con razones puras.

Nos sentimos plenos

Nos presentamos con intervenciones que nos proponen continuar con la voluntad más manifiesta. Nos sentimos plenos.

Siguen las consultas

Yo te digo, y tú me cuentas. Nos defendemos sin ver lo que sucede, que es mucho. Las consultas siguen.

Las posturas que nos impulsan

Nos instigan a estar, a poder sin tener fuerzas, a creer en las posturas que nos engloban y que tanto nos impulsan.

Miradas de complicidad

Nos sentimos muy solos en este panorama que nos propone regresar sin disputas. Nos captamos con miradas de complicidad.

En sentido inverso

Nos servimos de interlocutores en un instante de presente y futuro casi al mismo tiempo. Nos avisamos de amores que vuelan en sentido inverso.

Con valentía

Salimos a ver la orientación de un mundo que nos acompleja. Iremos a ver lo que sucede. Nos estimamos con valentía.

Porque sí

Somos felices con todo lo que pasa, que es, que nos invierte el proceso, que nos aclama como a personas que se entienden porque sí, sin más.

Que tanto nos agrada

Nos gustamos desde hace tiempo. Es cuestión de no esperar mucho más. Nos honramos en esta nueva situación que tanto nos agrada.

martes, 15 de diciembre de 2009

Meta juntos

Me tengo que marchar hacia esa meta en la que aprenderemos a estar juntos.

Hasta que vengan los buenos momentos

Te podría decir un sí que me gusta, pero me callaré hasta que vengan los buenos momentos.

En el olvido

Nos hacemos caso en el olvido, mientras volvemos para encontrarnos con las garantías precisas. No sé mucho más de lo que veo.

En la complementación pura

Me conmueve todo cuanto haces, y me digo que es posible en la complementación pura.

Perenne corazonada

Nos determinamos a ver lo que parece que tiene algo de sentido con un sentimiento de perenne corazonada.

Vetustas puertas

Satisfacemos esos momentos que pensamos y que hoy nos llegan con llaves que abren vetustas puertas.

Enterezas y silencios

Me despierto con una nueva ilusión. Hoy nos podemos ver con enterezas y silencios medio perdidos.

Por aguas amargas

Vertemos ese amor que debimos conservar para tiempos mejores. Lo dejamos navegar por aguas amargas.

Por otros sueños

Convertimos los deseos en fines de realidades hondas con las que navegamos por otros sueños.

Entrega y buenos fines comunicativos

Los buenos fines en la actividad humana pasan por una entrega absoluta al quehacer al que nos encomendemos. El corazón ha de expandirse. No cerremos las ventanas de la vida, o no abramos únicamente unas cuantas. Pensemos que las opciones con inmensas como el océano. Lo son comunicativamente hablando. La aventura más fascinante del ser humano tiene que ver con el aprendizaje. Todos los segundos del día son una experiencia vital, o deben serlo. Lo que hacemos bien, lo que hacemos mal, lo que surge por inacción o contemplación, los pensamientos, las ausencias, las actitudes, las controversias, los entendimientos, las tranquilidades y las carencias de sosiego, las presencias, etc., todo comunica a nuestro alrededor, y de todo ese compendio de cuestiones podemos aprender, incluso aprender a comprender, desde las ópticas que nos regala lo cotidiano.

No todo tiene que ser grandilocuente. No debe. Recibimos lecciones sencillas y complejas, directas e indirectas, con estímulos o con faltas de entusiasmo… Los estados de ánimo también dependen de muchos vectores de influencia. El caso es que el regalo se produce. Somos capaces de aprender de cuanto nos circunda, o bien hemos de estar atentos para poder hacerlo. No dejemos que el tiempo pase de manera gratuita, al menos no en ese sentido que expresamos.

Decía el poeta Luis Rosales que hemos de estar abiertos al mundo, yo diría que al universo de circunstancias que tanto nos indican el camino. Hemos de ir consolidando expresiones y posturas desde la idea de que el viaje humano es una singladura para perfeccionarnos, sabiendo que no es posible el grado máximo, y que seguramente tampoco es conveniente.

La existencia es un cúmulo de posibilidades. Lo importante es detectarlas, optimizarlas y sacarles un provecho que, en todo caso, ha de ser compartido. La dirección correcta es siempre la que tiene que ver con el aprendizaje, con la formación, con la cultura, con la voluntad de entender al que tenemos a nuestro lado, y, para ello, debemos conocerlo con entrega y buenos propósitos.

Giremos, pues, la mirada y tratemos de conocer lo que nos ofrece un mundo convertido en demasiado competencial. Las prisas no suelen darnos los resultados apetecidos. Miremos y veamos, e incluso demos con el suficiente tiempo para analizar e interpretar lo que sucede. Con sus luces y sombras, todos, incluyendo nosotros mismos, hemos de aprender del prójimo, por cercanía, por necesidad, por llegar a una dicha que, así, se podrá expandir por todos los rincones de lo conocido y de lo desconocido. Probemos. Como reza el Desiderata, todos nos pueden enseñar algo. Para ello hemos de creerlo de corazón, como subrayamos al principio. Procuremos sembrar bondad y, más pronto que tarde, cosecharemos esos buenos fines de los que nos hemos de beneficiar conjuntamente.

Juan TOMÁS FRUTOS.

Cuando llegan los buenos

Nos combinamos algunas astucias que se convierten en retos cuando llegan los buenos amores.

Con la conciencia en otro sitio

No vamos a contar lo que no entendemos. Suspendemos intuiciones por si nos quedamos con la conciencia en otro sitio.

Voluntades que no comprendemos

Hemos aplicado remedios en los que no creíamos. Ahora nos toca afrontar los resultados. Nos quedamos con voluntades que no comprendemos.

Algunas oportunidades

Nos defendemos con todo tipo de intereses. Nos integramos en las amistades más hondas. Nos aseguramos algunas oportunidades.

Me da miedo lo que me ofreces

Me cuentas que me quieres, y no sé si es cierto. He caído en tantas ocasiones que me da miedo lo que me ofreces.

De principio a final

Saldremos de ese momento que nos pareció flojo. Seguramente nos sirvió mucho más de lo que pensamos. Nos damos un beso de principio a final.

Restos anteriores

Tengo que contarte que somos, que estamos, que podemos, que nos asaltamos con dudas estimadas desde todos los frentes. Nos quedan restos de anteriores amores.

A los amores de siempre

Tenemos que apostar para ir con una premura nueva. Nos da frío. Nos planteamos el regreso a los amores de siempre.

Crecemos espiritualmente

Te planteo mucho amor. Nos sentamos a la diestra de unas ideas con las que crecemos espiritualmente.

Con nuestras circunstancias

Te tengo que confesar que te quiero mucho. No hemos dejado que las condiciones se vayan a otro lugar. Nos quedaremos juntos, sí, con nuestras circunstancias.

De amores nuevos

Nos quejamos con unas intuiciones que nos plantean seguir con una voluntad querida. Nos hemos vestido de amores nuevos.

Nuevos momentos

Todo nos importa. Nos quejamos. Hemos sido en las nuevas fases que nos hacen priorizar con nuevos momentos de fuerzas especiales.

Pensamientos en positivo

Nos despistamos. Hemos quebrado algunos ánimos. Lo importante nos llega con un manantial de pensamientos en positivo.

Nos quedan sin complicaciones

Nos devolveremos a un espacio nuevo con un poco de buenos anhelos. Nos quedan sin complicaciones.

Comenzamos a fraguar las relaciones especiales

Disfrutamos escuchando esos cuentos de niños en los que creíamos en las relaciones especiales. Hoy comenzamos a fraguarlas.

Buenos ejemplos

No vamos a fallar. Nos debemos muchos cariños. Nos hablamos con altivas intenciones. Somos buenos en eso de querernos. Nos han dado buenos ejemplos.

Cierres nuevos

No daremos bromas a los momentos menos claves. No relajaremos las miradas. Nos debemos obsequiar con cierres nuevos.

Seguiremos entre iguales

Nos incorporamos a clasificaciones de última hora. Restauramos nuevas estampas. Hemos sido entre iguales, y seguiremos.

En deseos

Nos distraemos ante un pacto no escrito que nos propone quedarnos en otra parte. Ardemos en deseos.

Menos en estos encuentros

Nos tildamos de duros, y no lo somos tanto. Nos debilitamos por falta de amor. Sabemos menos en estos encuentros.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Con el todo a cuestas

Proponemos ir, ser, estar, poder, consultar, existir en mitad de la nada y con el todo a cuestas.

Llegamos o eso parece

Nos declaramos en franca rebeldía mientras volvemos a expresar lo que fuimos en otra etapa, en otra era, con otra intención, y seguramente llegamos, o eso parece.

Cuando menos pendientes estemos

He sentido que el amor anda cerca. Daremos con él cuando menos estemos pendientes.

Complaciente

Me gustas así, complaciente, buscando en la memoria que se alza contra el temor de cuatro vidas. Nos sentimos plenos.

LIBRO EN FAVOR DE AIDEMAR

Está compuesto de sesenta poemas y sesenta ilustraciones

AIDEMAR edita el libro “Tiempo de ejemplos y esperanzas”

Con él se van a recaudar fondos para sus nuevas instalaciones en San Javier

Buscamos la excepción ante una norma no escrita que deseamos cambiar. Lo positivo, que es mayoritario, debe tener más presencia social. Frente a las noticias que a menudo nos asaltan desde los medios de comunicación, y que tienen una alta carga en negativo, nos centramos en algo bien distinto: la visión anónima de actuaciones solidarias. ”Tiempo de ejemplos y esperanzas”: éste es el título de un libro que hemos confeccionado para, en el marco de la Navidad, concienciar sobre la necesidad de apoyar y respetar a los demás, sobre todo a los más necesitados, al tiempo que se pretende recaudar fondos para la Asociación para la Integración del Discapacitado de la Comarca del Mar Menor (AIDEMAR).

Está compuesto de unas sesenta poesías, que van acompañadas de otras tantas ilustraciones, en este caso obra de la pintora Joaquina Illán Belando. Con ellas, vemos, imaginamos, versionamos la realidad de los voluntarios, de los entregados a los otros, con los que nos recreamos en situaciones tan cotidianas como anónimas.

En cinco partes aparecen flores, miradas, deseos, momentos de ternura, mucho amor, sensaciones, colores, aromas, toda una cultura de la solidaridad que nos estremece y que, sin duda, nos hace más fuertes. Al menos, eso pretende. Estamos listos, según se desprende de esta prosa poética, para ser, para disfrutar, para ubicarnos en la felicidad, y, gracias a ella, no lo olvidemos, damos con nuestros deseos más íntimos de alcanzar grados de auténtica humanidad. Es cuestión de intentarlo. Lo podemos lograr, como otros lo consiguen.

Reflexionamos, en este libro, sobre los modelos y ejemplos de nuestro tiempo, vistos desde la óptica de quien observa el semblante y las obras de aquellos y aquellas que colaboran sin pedir nada a cambio. Pedimos respeto y consideración para ellos/as. Advertimos encuentros ideales, que consideramos los ejes de la vida, y solicitamos que, ante la pena y el dolor, dejemos que vivan en paz quienes saben interpretarlos en sus diversas actuaciones para socorrer, para mitigar, para aminorar lo que sucede. Reclamamos que nos armemos de valor.

Hay, además de las poesías, un segundo ritmo de lectura. Están, como hemos anticipado, las ilustraciones de Joaquina, que aparecen salpicando los poemas, con sus guiños, con sus pequeñas píldoras, pidiendo paso para quien no se introduce a la primera en la prosa poética y, realmente, busca un consejo, un ademán, una experiencia, una mirada cómplice. Las manzanas, los caramelos, las mariposas, los pájaros, el Sol, la Naturaleza… todo nos sonríe con un libro que busca el lector para sentirlo, para aproximarse a su corazón, para alimentarlo.

Podemos leer 128 páginas en esta obra que rezuma mucho más contenido del que seamos capaces de consumir en una primera lectura. Seguro que tú te verás en los versos, en los párrafos, en los dibujos, en esa mariposa que, ya en la portada, supera la escalera de la vida y, pese a su fragilidad, sube a lo más alto.

Giramos, en estos versos, como en las mismas citas del final, por numerosos vericuetos. Todos tienen ilusión, pasión, rebeldía en positivo, esto es, ésa que no acepta complejidades. Busquemos en el mundo de los sueños, que está más cerca de la realidad de lo que creemos. Nos debemos tanto, parafraseando una de las poesías, que lo mejor que podemos hacer es estimarnos a nosotros mismos para solventar cualquier obstáculo, para mejorarnos por el camino. Como decimos, si creemos, será. Estamos convencidos de que este tiempo nuestro está llamado a la esperanza. Ejemplos para ello los hay por doquier. Uno de ellos, magnífico, es el de AIDEMAR, que cada día procura asistencia a más de 500 niños. Se trata de toda una experiencia de vida.

Juan TOMÁS FRUTOS.


*Reseña:

Título: Tiempo de ejemplos y esperanzas.
Autor: Juan TOMÁS FRUTOS.
Ilustradora: Joaquina Illán Belando.
Edita: AIDEMAR (Murcia-2009).